“Sí, señor. Yo sé que es una luna de miel. Pero tengo solo dos cupos a México. Uno el 28 de junio y otro el 29. Uno sale por Maracaibo y otro por Caracas. Es lo único que le puedo ofrecer. ¿Sí lo quiere? Bueno, disculpe las molestias, pero es lo único disponible”. Así explicó una empleada de una agencia de viajes de Maracaibo a un cliente, la imposibilidad de ubicar boletos para un viaje de bodas con la pareja junta.
Es solo una historia, pero como esa debe haber miles. “Esto no nos afecta, sino que nos mata. Están aniquilando las agencias de viaje”, suelta Yolanda de Rodríguez, propietaria de Venus, una agencia con 65 años de trayectoria ubicada en la avenida Bella Vista. Poca gente está en el lugar. Los empleados están metidos en el sistema, cazando las ofertas para reservarlas.
Con Air Canada (Canadá) comenzó la diáspora de aerolíneas que se fueron con sus vuelos a otra parte. Luego se sumaron, Alitalia (Italia) y Lufhtansa (Alemania). La línea aérea italiana sirve a una numerosa colonia residenciada en el país, así reseño Panorama.
La grave situación de las agencias de viaje pone en riesgo 15 mil empleos en todo el país, según la vicepresidenta ejecutiva de la Asociación Venezolana de Agencias de Viajes y Turismo (Avavit), Sandra González. “Este negocio depende, en un 85%, de la venta de boletos aéreos por algo muy básico. Quien quiere viajar y no tiene boletos, no compra ni alojamiento ni servicios en el destino”.
Esta afirmación la refrenda, in situ, Nixon Urdaneta, administrador de la Agencia de Viajes Europa, de la avenida 5 de julio. “La mayoría de nuestros clientes que compra vuelos nacionales son corporativos. Ninguna agencia subsiste solo con la venta de boletos nacionales”, afirma.
Urdaneta, no obstante el temporal, es optimista. “Seguimos trabajando, vendiendo a las islas del Caribe (Aruba y Curazao principalmente) y lo que podemos capturar, México y un poco de Europa”, explica. El mecanismo es el siguiente. Los agentes buscan en el sistema todo el tiempo, a la espera de que se libere un cupo. Cuando eso sucede, se reserva, y se ofrece a una lista de espera de clientes.
Allí entra el mecanismo de restricción, las “medidas” implementadas por las líneas aéreas internacionales que alegan que se adeuda la liquidación de cuatro mil millones de dólares, pues los boletos se transan en bolívares. “Limitan el inventario a 30 días, por lo que se dificulta la planificación de viajes, han reducido la frecuencia de vuelos, y envían equipos con menor capacidad de pasajeros”, explica González.
Urdaneta cree que “la planeación de un viaje se volvió imposible en Venezuela. Por ejemplo, para junio ya está agotada toda la disponibilidad de Copa (Compañía Panameña de Aviación). Iberia abrió su oferta para junio y solo duró 36 horas. Hay mucha gente queriendo viajar y sin poder hacerlo. American Airlines también abre a 30 días. Ahorita el sistema muestra inventario, pero sin tarifas, y así no se puede reservar”, explica.
“La disminución de las ventas está sobre el 40%, cuidado si no rebasa el 50%”, sentencia González. Rodríguez, de la agencia Venus, ejemplifica con su arqueo de caja. “Aquí, en una semana, el año pasado, yo vendía Bs. 2 millones a la semana, brutos. Ahora, no llegamos ni a 400 mil bs al mes. Esta semana solo hemos vendido un boleto internacional”.
La Avavit solicitó a la Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela (Alav) una reunión “para conocer el tiempo que van a pasar estas medidas implementadas por las líneas aéreas para poder hacer una proyección, porque la situación del mercado es muy difícil con estas condiciones”, aclara González.
“Si esto no se arregla vamos a cerrar. Tenemos que pagar empleados, aumentaron el salario mínimo y los alquileres, además de la inflación. Estamos, saca la cuenta, desde 1949. Siempre fue buen negocio pero ya no da”, agrega Yolanda de Rodríguez.