Unos 800.000 puestos de trabajo se han perdido en Venezuela en los últimos años debido a la crisis económica por la que transita el país y los controles del gobierno chavista con los sectores productivos y empresariales, incluyendo el más estricto control cambiario y leyes que perjudican directamente a los empresarios.
«Otros 500.000 empleos están en riesgo debido a la negativa del gobierno de asignar las divisas al sector privado para que pueda importar materias primas que soporten los procesos productivos», informó Serbando Carbone, coordinador de la Unión Nacional de Trabajadores.
El informe contiene las quejas de Fedecámaras, a través de la Asociación Internacional de Empleadores y la Confederación de Trabajadores de Venezuela, referidas a las decisiones económicas y laborales inconsultas del gobierno, lo que ha causado la contracción del aparato productivo y la destrucción de los empleos.
El documento señala que, según la OIE y Fedecámaras, la política económica gubernamental generó en los últimos 10 años el cierre de 4.000 industrias y 200.000 establecimientos, además de que otras 120.000 empresas están en riesgo de quiebra.
La Comisión de Normas reitera en el texto «su pedido al gobierno de aportar ejemplos concretos sobre la manera en que se han tomado en cuenta los puntos de vista de empleadores y trabajadores para desarrollar y aplicar las políticas y los programas de empleo».
Carbone explicó que en la sesión del martes, la OIT, reunida en Ginebra Suiza, del 30 de mayo al 11 del presente mes, escuchará al gobierno y su Central Bolivariana Socialista de Trabajadores; la OIE y Fedecámaras; y el sindicalismo independiente con la vocería de Marcela Máspero, de la Unete; Roger Palacio y José Lege de los sindicatos de Polar y Agropatria, respectivamente, y Maritza Chireno, de la Central General de Trabajadores, entre otros.
Información de El Nacional.