Un viejo dicho afirma que “las imágenes hablan por sí solas”. Y hoy les traemos tres ejemplos que lo corroboran. Un poeta joven, en el exilio, abrazando sus querencias, sus ratificaciones de amor a la libertad y a la democracia, a su pedacito de Venezuela cada vez que pudo abrazarlo versus la represión oficial, el gorilaje institucional o paramilitar actuando bajo órdenes de enterrar la disidencia. Ahí está el contraste. Ahí están las imágenes. (LP)
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