En junio, la inflación en Venezuela se situó en un 1%, según el Banco Central (BCV). Esta cifra representa la tasa más baja desde 2008, cuando comenzó la medición del indicador a nivel nacional. Durante el primer semestre de 2024, la variación acumulada del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) alcanzó el 8,9%, según el último reporte publicado en el portal web del BCV.
En cuanto a los sectores específicos, los alimentos y bebidas no alcohólicas experimentaron una leve caída, ubicándose en un 1,5% en comparación con mayo (cuando estuvo en 1,9%). Los servicios de educación aumentaron un 1,1%, mientras que la salud registró un 0,9%. Vestido y calzado tuvieron un incremento del 0,8%, y las comunicaciones y bienes y servicios diversos aumentaron un 0,6% cada uno.
Además, los servicios de transporte disminuyeron un 0,5%, al igual que el espaciamiento y la cultura, que en mayo se ubicaron en 1,0% y 0,9%, respectivamente. Los precios de bebidas alcohólicas y tabaco, alquiler de viviendas y equipamiento del hogar también cayeron un 0,4% cada uno. Por último, el sector de restaurantes y hoteles se ubicó en un 0,3%, mientras que los servicios de vivienda (excepto teléfono) tuvieron un leve incremento del 0,1%.
Estas cifras del INPC reflejan la política monetaria restrictiva del régimen de Nicolás Maduro, que utiliza un encaje legal del 73%. Aunque esta medida parece reducir la inflación, los economistas la critican porque ralentiza el crecimiento económico.
La principal causa de la baja inflación es la política monetaria contractiva del BCV, que limita la capacidad de los bancos para otorgar créditos al exigir que las captaciones de la banca pública y privada sean encajadas en el BCV en un 73%. Esto, a su vez, reduce el multiplicador monetario bancario en la economía.
La liquidez monetaria excesiva desempeña un papel crucial en la inflación. Cuando hay más dinero en circulación que bienes y servicios disponibles, los precios tienden a aumentar.
A principios de 2024, la liquidez monetaria (M2) en Venezuela era de 67,9 mil millones de bolívares. Sin embargo, en las últimas dos semanas, ha experimentado aumentos significativos del 4,42 % y el 11,97 %, llevando el M2 a 118,3 mil millones de bolívares, en un contexto de elecciones presidenciales.
A pesar de esta expansión de la liquidez, no se ha producido un aumento en los precios y el tipo de cambio oficial sigue anclado en 36,48 bolívares. En lo que va de 2024, la variación acumulada del M2 alcanza el 69,01 %.
No obstante, esta política también conlleva riesgos. Los créditos son necesarios para impulsar la economía y fomentar el crecimiento del PIB. Si el Banco Central de Venezuela (BCV) continúa manteniendo un encaje legal tan elevado, podría afectar el desempeño general del Producto Interno Bruto.
Redacción Maduradas con información de El Cooperante
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