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¡LA PATRIA! Henkel García: Un profesional tiene que ahorrar 20 años para comprarse un Corolla

El Director de Econométrica, Henkel García, aseguró que si bien la economía venezolana no está dolarizada al paralelo, los carros y los bienes inmuebles sí. 

Asimismo, indicó que por ello, el poder adquisitivo de los venezolanos se ha visto disminuido considerablemente: “Profesionales, científicos e intelectuales han visto el poder de compra de su salario decrecer en cerca de un tercio. Estamos hablando de una caída de 31%, y lo que han sido los trabajadores no calificados lo que han visto decrecer el poder de compra de su salario es un 4%”.

Henkel-García

Para bajar a la tierra su exposición, García consideró tres casos hipotéticos de una ingeniera industrial llamada Liliana, un empresario llamado Juan y del Bolívar fuerte, para mostrar cómo la situción económica afecta a cada uno de ellos.

Liliana, dijo para comenzar, no estaba de acuerdo con lo que ganaba. “Una persona –agregó- que se ha esforzado en su vida, y que hoy siente que el salario que percibe no está acorde con su esfuerzo. No solamente con la preparación, sino también con el trabajo que día a día ejecuta”.

Manifestó que lo peor, incluso, es que Liliana no ve con claridad que la situación del país vaya a cambiar, lo que la lleva a tomar cierto tipo de decisiones. “Ahora, Liliana no piensa esto, bueno, porque son cosas de ella; porque le entró un ataque de pesimismo”, consideró García.

Explicó que el BCV llevaba un índice, conocido como el de las remuneraciones, y que el mismo estaba ajustado por inflación. “La realidad es que los asalariados del sector privado han visto como ha decrecido el poder de compra de su salario de 1998 para acá en casi 42%”.

“Este año y esto es, prácticamente, una certeza, el salario va a ser igual; pero muy probablemente menor al salario que se tenía en 1998”. Calculó que si ese año un profesional ganaba diez veces el salario mínimo, hoy está ganando sólo cinco veces más, y lo cual muestra, a su juicio, como se ha venido deteriorando el salario de una manera importante.

Aseguró que esto era el resultado de la inflación, y que lo más triste era que a mayor preparación peor era el desempeño del salario. “Desde el 2005 para acá lo que son directivos de empresas; lo que son profesionales, científicos e intelectuales han visto el poder de compra de su salario decrecer en cerca de un tercio. Estamos hablando de una caída de 31%, y lo que han sido los trabajadores no calificados lo que han visto decrecer el poder de compra de su salario es un 4%”.

Representó el ingreso de Venezuela como una torta, y entonces dijo que allí la proporción que se llevaba el capital a nivel de ganancia y la proporción que va a remuneraciones es relativamente estable en el tiempo. “Es decir –indicó- si esa torta crece, porcentualmente, eso se mantiene; el porcentaje que va a lo que va a ganancias del capital y lo que va a remuneraciones”.

En ese sentido, dijo que eso no había cambiado en el tiempo; que era mentira que los empresarios estuvieran ganando muchísimo más, y que la inflación sea culpa de los empresarios, y que, no obstante, lo que sí era verdad era que el reparto de la torta sí estaba teniendo cambios significativos; tanto en el lado empresarial, como en el lado de los asalariados. “Esa torta –dijo- está siendo repartida de una manera que desincentiva el esfuerzo y la preparación, y eso no es sostenible en el tiempo”.

Consideró que eso era lo que llevaba al profesional venezolano como Liliana, que en su esfuerzo se siente frustrado, a pensar en otras alternativas de vida. “Esa es la realidad –subrayó-, y esa es la realidad de Liliana. Para ella ahorrar en dólares, comprar un carro nuevo o un apartamento está fuera de su alcance”.

Hizo ver que tanto los vehículos como los bienes inmuebles tienen como precio de referencia el mercado paralelo. “Entonces, si tú te das cuenta de que tu salario con el tipo de cambio paralelo cae de todo lo que está atado a él, bueno cae de una manera abrupta”. Se remontó al año 1998, y a ese respecto dijo que ese año el salario mínimo era de cien bolívares.

-Esto es real –advirtió-, esto no es algo hipotético: el salario mínimo era de cien bolívares; mientras que el dólar estaba en 562; pero que si se llevaba a bolívares fuertes daba 0,562. Eso equivalía a un salario en dólares de 177,6. ¿Cuánto sería el equivalente al salario mínimo de hoy; que es 5 mil 622? Si el paralelo está en 270 eso da un salario mínimo de alrededor 21,6”

No obstante, advirtió, el tipo de cambio que se maneja en Venezuela no es ni de cerca el paralelo sino un tipo de cambio menor pero que sí, el dólar paralelo, daba una referencia de cómo es la capacidad de ahorro en dólares. “Porque nadie va a comprar dólares a 6,3 para ahorrar; nadie puede comprar dólares a 12. Simadi sigue siendo algo difícil de obtener. Entonces, si tú necesitas unos dólares, tienes que ir al mercado paralelo, que es donde vas a conseguirlos”.

El director de Econométrica indicó que un Toyota Corolla que para noviembre de 2014 costaba 2 millones 100 mil bolívares; equivalente al tipo de cambio en que estaba el paralelo para ese momento en 152, a 13 mil 800 dólares; que el equipo de Econométrica había averiguado que ese Corolla en el día de hoy está en 3 millones 600, y que si se dividía eso entre el paralelo te sigue dando 13 mil 800 dólares.

-Aquí queda demostrado que el precio de los vehículos está dolarizado, y está dolarizado al dólar negro. Entonces, si tu capacidad de compra frente al dólar paralelo cae, tu capacidad de compra frente a todos los bienes, que están dolarizados, cae. Imagínense: una persona que gana salario mínimo, tiene que ahorrar de su ingreso 648 meses de su salario para comprarse ese carro.

Son 53 años, precisó, y para que un profesional que entre en este instante al mercado de trabajo ganando 15 mil bolívares, como sería el caso de algunos profesores universitarios, de algunos médicos, tendría que ahorrarse 240 meses de su salario, para poder comprarse un Corolla 2009; lo cual equivalía a un ahorro de 20 años, y que con esto se demostraba que un profesional no puede comprarse ni casa ni carro.

En una de las láminas, García hizo ver que la caída del salario mínimo de 2012 a esta parte ha sido tremenda. “De hecho –agregó-, hoy la caída del poder de compra del salario mínimo frente al dólar paralelo es de 88%, y así ha caído el poder de compra de todo lo que es referente a los bienes y servicios que están dolarizados, y es por esto que ahorrar en dólares es, prácticamente, imposible, para muchos de los asalariados venezolanos”.

García destacó que desde el 2014 ya la oferta global de bienes y servicios ha venido cayendo y que dada la caída de los precios del petróleo esa oferta global se va a desplomar. “Es más –agregó- estamos estimando que la oferta global termine en 2015 retrocediendo alrededor de 15 ó 16 por ciento, y tres cuartos de esa caída es explicada por la reducción de las importaciones”.

Pintó el panorama de 2012, cuando se realizaron las elecciones, y el gobierno tuvo que lanzar mucho dinero a la calle, para poder crear una atmósfera de bienestar en la población, y donde lo que se logró fue un aumento de la oferta global, que era dependiente de las importaciones, de modo que, ahora, como las importaciones se van a desplomar; por supuesto, la oferta global de productos se va a desplomar. “Entonces, lo que va a sentir Liliana es que su poder de compra va a seguir cayendo; pero también su capacidad de comprar porque van a haber menos productos en el mercado”.

Todo esto, concluyó García, más el tema de la inseguridad, hace que Liliana comience a abrigar la idea de marcharse del país, como ya lo han hecho otras de sus amistades.

Con información de Noticiero Digital.

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