El pasado 4 de enero, el pequeño Kristopher Emmanuel Meza Comenarez, de 2 años de edad e hijo de dos migrantes venezolanos, murió en Chile. Sus padres denuncian que el deceso se debió a una mala praxis en el centro de salud donde lo operaron por una profunda cortada que sufrió en su dedo meñique.
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Al parecer, el pequeño fue llevado al Hospital Borja de Santiago de Chile, luego de que se cortara con un bombillo que sostenía en su mano. Sin embargo, no habría sido atendido de inmediato, ya que carecía del RUT, un documento de identificación requerido. Ya el 22 de diciembre tenían el referido documento y llevaron al menor nuevamente al centro médico. Allí le practicaron la prueba covid-19.
Citaron a la familia para el 23 de diciembre a las 7:00 am para realizar la operación, la cual habría durado una hora. La idea era reconstruirle el tendón que había sufrido daños con la cortada.
Según reportaron medios, a la familia se le comunicó que todo había salido bien y que era necesario que el niño despertara para darle de alta. Sin embargo, a los minutos, el anestesiólogo informó a la madre de Kristopher que el menor no despertaba, por lo que necesitarían realizarle una serie de estudios.
«Salió el anestesiólogo. Me dice que no despierta. Mueve los brazos, los pies pero no los ojos. ‘No sé qué pasó, yo hice todo correctamente’, me dijo. Ahí le pregunté si se había pasado de anestesia y lo negó, pero él estaba muy nervioso y temblaba. Le insistí en que si había cometido algo mal y respondía que no», dijo Krisle, madre del niño, a EsReviral.
Luego de esto, el menor fue pasado al área de Cuidados Intensivos, donde diagnosticaron que el niño presentaba un edema cerebral. Ya el 4 de enero se informó que Kristopher había sufrido muerte cerebral, por lo que tendrían que desconectarlo.
La cortada fue un poco profunda y requería de una intervención ambulatoria para reconstruirle el tendón. Primero fue atendido en el Hospital del Carmen, y el traumatólogo de ese centro de salud lo refirió al Hospital San Borja«, expresó la madre.
El 24 de diciembre le informaron a la venezolana que Kristopher presentaba un edema cerebral y el 4 de enero le informaron que el niño tenía muerte cerebral por lo que tenían que desconectarlo.
A través de la cuenta de Instagram Venezolanos en Chile (@Diasporavenezolanaenchile) fueron difundidos videos del hecho. En uno de ellos, el tío del menor intenta obtener información sobre lo ocurrido, pero un funcionario policial le exige salir del establecimiento.
Actualmente el caso se encuentra bajo investigación por la Policía de Investigaciones de Chile (PDI) y la Fiscalía chilena.
Redacción Maduradas
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