Los médicos del Hospital Periférico de Catia no contaban con los insumos necesarios para atender a José Rafael Montilla Portilla, de 25 años. Apenas una gasa alcanzaron a ponerle en la herida que tenía en el abdomen producto de un disparo. Pensaban trasladarlo a otro centro de salud donde pudieran salvarle la vida, pero el joven no resistió.
Montilla ingresó al hospital el pasado domingo, luego de que recibiera un tiro en el abdomen cuando estaba en una fiesta en el sector Las Barras, Propatria.
La madre del infortunado, Leticia Portilla, informó que ella lo vio con vida por última vez el sábado a las 9:00 de la noche y comieron juntos en un negocio del centro comercial El Valle. Al despedirse él le dijo que iría a una fiesta.
La mujer precisó que su hijo le envió un mensaje pidiéndole que le hiciera una transferencia de 70 mil bolívares para aportar en la reunión; luego le volvió a escribir para decirle que estaba en una fiesta en Propatria.
No supo más de él hasta el domingo en horas de la mañana, cuando un médico del Hospital Periférico de Catia la llamó para decirle que el joven había ingresado a ese centro asistencial. Llegó al lugar en taxi y ahí se enteró de que su hijo estaba herido de bala. El personal le sugirió llevarlo a otro lugar para que lo atendieran.
Portilla acudió a la estación de bomberos de Pérez Bonalde, donde pidió que le facilitaran el traslado en una ambulancia, pero cuando regresó a buscar a su hijo este ya había muerto.
El bolso que tenía el muchacho con sus pertenencias no ha sido localizado.
Redacción Maduradas con información de El Nacional.
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