Habla del “Comandante Supremo” con propiedad, lo conoce desde que fue preso político, asegura incluso haber sido su amigo personal, por lo que cuando se le consulta por qué el país está atravesando una de las más duras crisis sociales económicas y políticas de su vida republicana; asegura que esto es consecuencia de un grave error que cometieron los venezolanos en 1998: salir a votar, por simple frivolidad, por un teniente coronel sin formación para ser presidente.
“Pude comprobar que era un hombre sin formación”, repite Rafael Poleo, editor de El Nuevo País y la revista Zeta, quien habló en exclusiva para El Cooperante desde el exilio. Sostiene que fue uno de los que aconsejó a Hugo, que comenzara a hacer política desde otras esferas, como el extinto Congreso Nacional. “Vas a fracasar como presidente porque no sabes lo complejo que es eso (…) ser presidente es desproporcionado”, repite haberle recomendado.
Con preocupación hoy reconoce que el heredero del líder de la revolución en el poder tiene incluso menos preparación que Chávez. “A Maduro lo formaron en Cuba, como agitador social (…) lo formaron para armar zaperoco, no para administrar los estados del país”, dice marcando diferencia con Diosdado Cabello, a quien considera “un hombre más preparado, objetivamente hablando”.
Confiesa creer que su nombramiento se debe exclusivamente a que los hermanos Castro, quienes “aceleraron el tránsito de la muerte de Hugo, porque trataron tan torpemente los médicos cubanos el cáncer que tenía”, lo vieron como una persona manejable.
“No tenemos que estar tumbando presidente, eso es una necedad”
Al abordar el tema de los venideros comicios parlamentarios, Poleo de entrada aclara la trascendencia del voto. “Nosotros no tenemos que estar tumbando presidente, eso es una necedad. Lo que tenemos es que derrocarlo con votos y defender esos votos, aprender a defender los votos”, enfatiza.
Reconoce la precaria alianza que hoy existe en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), pero le atribuye extrema relevancia al hecho que voceros, incluso con posiciones encontradas, logren sumar fuerzas para una causa común: sacar del poder a quienes están destruyendo a Venezuela.
El otrora senador y también diputado se mantiene optimista por el hecho que todos los números parecen indicar que la “situación económica se va a agravar y vamos a llegar a los niveles cubanos”, lo que terminaría aumentando el descontento entre los seguidores de quienes hoy ejercen funciones de Estado.
En referencia a los que insisten en montarle tienda aparte a la alternativa democrática agrupada en la MUD, quien desde 2009 no puede pisar suelo venezolano los cuestiona por el acto de indisciplina social que esto supone. Apunta que hay mucha egolatría, “uno de los obstáculos más grandes que hemos tenido en Venezuela para ser un gran país”.
Resaltando casos puntuales como los de María Corina Machado, Eduardo Gómez Sígala; reconoce que a pesar de las ganas de positivas de ser diputado y los méritos que puedan tener para ocupar una curul, el hecho de no poder llegar al Parlamento no significa su desaparición política. “¿Yo he desaparecido acaso de la política?”, se pregunta poniéndose como ejemplo.
Sobre la aspiración de Berenice “La Bicha” Gómez, revela que tener un programa de radio no te convierte en un político. “La verdad es que Berenice no tiene experiencia ni para manejar su casa. La quiero mucho, es mi amiga, y espero que no se vaya molestar conmigo porque diga esto: Que siga haciendo su programa de radio exitoso, Brenice Gómez no debe ser parlamentaria, no tiene calidad para debatir. En la política lo que se ve es el pleito, pero lo que funciona es el acuerdo”, agrega.
“Lo de Venezuela no tiene solución sin intervención extranjera”
En referencia a una posible transición, el periodista no descarta que después del 6 de diciembre, Maduro y Cabello adopten un lenguaje como “el de su jefe, Raúl Castro” y se abran aún más con Estados Unidos. “Lo de Venezuela no tiene solución sin intervención de factores externos, que es lo que va a venir”, contempla.
“Saben que están condenados, que se terminó el impulso, la vitalidad se les acabó. Ahora quien tiene vitalidad es la oposición. Estoy seguro que van a cambiar de lenguaje después del 6 de diciembre”, explica.
Antes de concluir, recomienda al Primer Mandatario Nacional tener mucho cuidado con hacer una trampa que provoque una calle como la que hubo en el año 2002. Piensa que esto podría terminar desencadenando que los militares lo saquen de Miraflores. “Si tienen 40%, agarren ese 40% y voten con seriedad y sean oposición en la Asamblea Nacional”, los insta para concluir.
Información de El Cooperante.