Este domingo 18 de diciembre se disputó la final del Mundial de Qatar 2022 entre la selección de Argentina y Francia. El combinado Albiceleste logró consagrarse campeón, luego de un infartarte partido (3-3) que tuvo que definirse por la vía de los penales (2-4).
El evento deportivo dejó muchas curiosidades, entre ellas el hecho de que unos 137 futbolistas jugaron para un país distinto al que nacieron.
LOS WILLIAMS
Entre esos destacan los casos de Iñaki, quien jugó para Ghana, y Nico para España. Ambos son hermanos hijos de migrantes. Lo que se sabe, es que en auto, 82 horas en promedio. María y Félix Williams (padres de los jugadores) huyeron de Ghana en auto y a pie al país europeo.
AWER MABIL
Fue caso el mismo caso de Awer Mabil, quien nació en una choza de Kenia el 15 de septiembre de 1995. Sus padres habían huido de Sudán.
Los padres de sus compañeros de selección Thomas Deng y Garang Kuol huyeron del mismo conflicto. Comían una vez al día y tenían, al menos, una pelota para distraerse.
En 2006, Australia le concedió asilo a la familia Mabil y cambió la historia. Awer jugó en clubes locales: en 2012 debutó en el Campbelltown City y al año pasó al Adelaide United. Se fue a jugar a Dinamarca (Midtjylland y Esbjerg), Portugal (Pacos de Ferreira), volvió a Dinamarca, luego Turquía (Kasımpaşa) y desde este año está en España (Cadiz).
Ya no hay problemas económicos. En Australia lo aman. Su penal convertido en la definición del Repechaje contra Perú permitió que el seleccionado australiano clasifique al reciente Mundial.
MILOS DEGENEK
Milos Degenek nació en Croacia el 28 de abril de 1994. Un año después, su familia, de origen serbio, fue expulsada del país junto a otros tantos que se convirtieron en refugiados.
Huyeron a Serbia a bordo de un tractor, rodeados de una multitud que también escapaba de la muerte. Sufrieron la Guerra de Kosovo, la pobreza y el miedo de ver y sentir caer bombas a su alrededor.
En 2000 sus padres emigraron a Australia: un amigo del padre que trabajaba en la Cruz Roja les consiguió asilo en Sidney.
Sus primeros partidos de fútbol los jugaba con amigos en el patio de la casa australiana. Su familia había podido comprar un lugar propio en un país ajeno. Era más de lo soñado.
Milos Degenek nació en Croacia el 28 de abril de 1994. Un año después, su familia, de origen serbio, fue expulsada del país junto a otros tantos que se convirtieron en refugiados.
Huyeron a Serbia a bordo de un tractor, rodeados de una multitud que también escapaba de la muerte. Sufrieron la Guerra de Kosovo, la pobreza y el miedo de ver y sentir caer bombas a su alrededor.
En 2000 sus padres emigraron a Australia: un amigo del padre que trabajaba en la Cruz Roja les consiguió asilo en Sidney.
Sus primeros partidos de fútbol los jugaba con amigos en el patio de la casa australiana. Su familia había podido comprar un lugar propio en un país ajeno. Era más de lo soñado.
Redacción Maduradas con información de Clarín
Temas relacionados:
Marcas, penales y legado: Los 6 récords que se rompieron en el Mundial de Qatar 2022