A pesar de que Vangelia Pandeva Gushterova, conocida popularmente como Baba Vanga, murió el 11 de agosto de 1996 a los 85 años de edad, dejó una larga lista de predicciones, que llegan incluso hasta el año 5079.
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La profeta búlgara perdió la vista de manera repentina a los 12 años de edad, pero empezó escuchar voces que, según afirmaba, provenían de otra dimensión para decirle lo que sucedería en el futuro.
Sus seguidores aseguran que su porcentaje de éxito se ubica en 85%, después de predicciones como los atentados del 11-S, la desaparición de la Unión Soviética, el incidente de Chernobyl, la disolución de la Unión Soviética, la muerte de Diana de Gales, la pandemia del coronavirus, la salida del Reino Unido de la Unión Europea y su propia muerte.
Sus profecías para 2023 señalan el uso de armas biológicas y la explosión de una planta de energía nuclear en medio de la invasión a Ucrania.
“Un gran país llevará a cabo investigaciones sobre armas biológicas en personas, lo que podría provocar la muerte de millones de seres humanos”, vaticinó.
Si la humanidad lograra sobrevivir a los agentes químicos y a los efectos de un ataque nuclear, una tormenta solar podría destruir comunicaciones por satélite, internet, acabar con todas las redes eléctricas o perjudicar a los animales.
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Redacción Maduradas con información de La Razón.
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