Gustavo Baquero, un nombre que ha surgido, recientemente, por la posibilidad de que Juan Guaidó, presidente encargado de Venezuela, lo designe como encargado de la empresa Petróleos de Venezuela (Pdvsa) tiene una amplia experiencia en materia petrolero que podría significar la recuperación de una industria que, a su juicio, es “odiada” por los ciudadanos del país.
Foto: EFE
A pesar de encontrarse, actualmente, en Noruega, afirma que su mente y parte de su energía están enfocadas en su país natal.
“Mentalmente, estoy en Venezuela cada día (…). Estoy en un estado constante de ‘¿cómo puedo contribuir?”, expresó en entrevista con Americas Quarterly.
Manifestó, así mismo, estar “obsesionado” con la paradoja del país que tiene, de forma comprobable, las mayores reservas petroleras del mundo y, paralelamente, sus habitantes padecen una escasez de alimentos y una inflación inusitadas.
“Es realmente inconcebible, la relación entre las riquezas de la tierra y la manera en la que la gente vive. Hemos llegado a un momento en el que los venezolanos odian el petróleo (…). Necesitamos que el petróleo nos sirva, no que sea nuestro amo”, dijo.
Baquero es hijo de una importante familia de médicos y se crió en la ciudad de Caracas. Sin embargo, su carrera ha tenido un prominente desarrollo en el sector petrolero. De hecho, en 2012, escribió Venezuela Energética, un libro que aborda, justamente, una propuesta para generar un cambio positivo en la industria. Este libro fue escrito en colaboración con el líder opositor Leopoldo López.
Sería la segunda obra dirigida al desarrollo de una estrategia para sacar provecho al petróleo venezolano. La primera nació del puño y letra de Rómulo Betancourt en 1956 y llevó por nombre Venezuela: política y petróleo.
Las predicciones de Baquero y López en su obra sugieren que la demanda de petróleo crecerá por aproximadamente 20 años.
“Sé que mis nietos tendrán un panorama energético muy difícil”, declaró Baquero.
Aun así, el experto añade que existen alternativas para paliar esta situación que parece inminente. En primer lugar, propone maximizar la producción entre 150.000 y 200.000 barriles al día para 2020.
Del mismo modo, pide que se eliminen las leyes que regulan los hidrocarburos en la era chavista y permitir el incremento de los inversionistas extranjeros para permitir la recuperación.
Redacción Maduradas con información de Americas Quarterly
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