Los correos electrónicos de Hugo Chávez pirateados años antes de WikiLeaks, el avión de combate soviético Mig-21 o el mapa en tiempo real de las comunicaciones por internet entre Cuba y Miami son las materias primas de las que se nutren los artistas de una nueva exposición sobre las múltiples intersecciones entre el arte y el poder.
«Donde hay poder«, coorganizada por Oolite Arts, que desde 1984 ayuda a los artistas radicados en Miami a avanzar en sus carreras e inspira a la comunidad cultural a comprometerse con su trabajo, será inaugurada este miércoles en una galería de arte de Miami Beach.
El título de la exposición es solo la mitad de una frase del celebre filósofo francés Michel Foucault (1926-1984).
La otra mitad es «hay resistencia» y eso es parte de lo que hacen los artistas seleccionados: José Álvarez, Asif Farooq, Edny Jean Joseph, Francisco Masó, Yucef Merhi, Reginald O’Neal, Rodolfo Peraza, Chire Regans, Tony Vázquez-Figueroa, Judi Werthein, Agustina Woodgate, Antonia Wright y Ruben Millares.
Hacer visible lo invisible
«El arte tiene la posibilidad de hacer visible lo invisible«, dice a Efe el venezolano Yucef Merhi, quien interceptó desde 1998 a 2004 los correos electrónicos de Hugo Chávez, presidente de Venezuela desde 1999 hasta su muerte en 2013.
Con esos miles de correos impresos Merhi, de 44 años, ha creado una instalación, «Máxima seguridad«, que es la puerta de entrada a una exposición donde también se exhiben partes de una réplica en tamaño real de un Mig-21 hecha con papel y pegamento por Asif Farooq, un artista nacido en Miami de padres paquistaníes y fallecido en 2020.
La obra que Farooq no pudo terminar en casi una década de trabajo fue la semilla de esta exposición organizada conjuntamente por Amanda Bradley, directora de programas de Oolite Arts, y Réne Morales, comisario jefe del Pérez Art Museum Miami.
Según Morales, la idea era montar una exposición que «respondiera a la inestabilidad política y a la volatilidad de los tiempos«.
Como si lo hubieran preparado, la inauguración de «Donde hay poder» llega en medio de las protestas sociales más importantes que se han registrado en Cuba desde el triunfo de la revolución en 1959 y con un magnicidio reciente en Haití que ha hecho aún más inestable al país caribeño.
Una de las obras muestra en tiempo real el recorrido de las comunicaciones por internet entre Cuba y Estados Unidos, una pieza de «exploración» sin significado político directo, según su autor, Rodolfo Peraza, quien dice a Efe que la salida a la encrucijada en la que se encuentra la isla va a provenir «de adentro».
La pareja de artistas formada por Antonia Wright y Rubén Millares presenta una obra acerca de las barreras portátiles hechas de tubos metálicos para impedir el acceso a un lugar, en inglés «barricades«, que en los Estados Unidos de las movilizaciones contra la injusticia racial se han transformado en un símbolo de los obstáculos al derecho a protestar pacíficamente.
Agustina Woodgate, una artista argentina que vive y trabaja entre Amsterdam y Miami, encierra en una caja acrílica impenetrable el suministro de agua de emergencia para un mes.
Los intentos por convertir el agua en un bien más, especialmente en América Latina y África, están detrás de esa obra.
Chire Regans, también conocida como VantaBlack, presenta en «Donde hay poder» obras de su serie «Social Commentary Art«, retratos de jóvenes víctimas de la violencia armada, entre los que ahora ha incluido los de sus propios hijos.
«La exposición, que incluye intersecciones personales y políticas con el poder, constituye un punto de entrada para comprender algunos de los sistemas más amplios que rigen nuestra vida cotidiana», dice Amanda Bradley.
Cuba y Venezuela
Internet es un elemento importante en las obras que presentan el artista venezolano de origen libanés Yucef Merhi y el cubano Rodolfo Peraza, ambos radicados en Miami desde hace una década.
A Peraza en 2010 le registraron su estudio, le llevaron a la comisaría de policía y le quitaron todo, y a Merhi en 2011 se le planteó una situación «muy dura en términos emocionales» tras constatar que Venezuela era un enfermo terminal «desahuciado».
Sin explicar cómo logró hacerse con los correos electrónicos de Chávez, pero precisando que cuando inició el hackeo (piratería) no existía legislación al respecto, Merhi indicó que leyó todos los mensajes que usó para crear su instalación.
Su conclusión es que «los latinoamericanos somos, empezando por los venezolanos, pueblos muy ingenuos que creen en la buena voluntad de los políticos y le entregamos nuestro poder a una persona a la que llamamos presidente y de quien creemos que va a resolver todos nuestros problemas».
Merhi está «contento» del papel que los artistas cubanos están desempeñando en el despertar de la conciencia en Cuba.
«El arte tiene el poder de crear nueva realidades y de anunciar lo que todavía no ha sido anunciado», subraya este artista venezolano.
Su colega cubano Peraza se declara «alarmado» por el nivel de violencia del régimen contra la población civil y los artistas, en particular a raíz de las protestas en las calles.
Su esperanza radica en que dentro del aparato militar pueda surgir alguien que decida parar «esta locura» que puede convertirse en «algo más violento y más peligroso«.
A los muchos cubanos que desde Miami piden intervención, Peraza les dice: «desde afuera es muy complicado«.
EFE
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