Este viernes 9 de abril, falleció el príncipe Felipe, esposo de la Reina Isabel II, en las instalaciones del Palacio de Windsor. El también duque de Edimburgo habría sido el compañero fiel de la Reina durante 70 años, durante los cuales no faltaron las polémicas en torno a su persona.
AFP
Felipe era hijo del príncipe Andrés de Grecia y Dinamarca, y de la princesa Alicia de Battenberg. Fue miembro de la casa real griega por nacimiento y, luego, de la británica por su matrimonio.
De acuerdo con lo reseñado por Infobae, el duque de Edimburgo fue “leal” a la Reina y se mantuvo a su lado durante los años que estuvieron juntos, pero esta temporada fue tumultuosa, ya que, desde que Isabel ascendió a la corona, él comenzó a sentirse desplazado. Incluso, en cierta ocasión, al enterarse que sus dos primeros hijos recibirían el apellido de ella y no de él, expresó su descontento.
«No soy más que una maldita ameba. Soy el único hombre en el país al que no se le permite darles su nombre a sus hijos«, sentenció.
Infobae calificó al hombre como un “príncipe sin reino” que encontró en los brazos de la Reina Isabel II, no solo consuelo, sino la posibilidad de tener lo que sus padres no le permitieron: una familia. Y es que los progenitores del príncipe habrían sido exiliados de su nación luego de la guerra con Turquía y, en lugar, de que Felipe creciera en una “cuna de oro”, lo hizo en un “cajón de naranjas”.
Viaje en solitario
Al parecer, harto de su rol protocolar o de “adorno”, entre 1956 y 1957, Felipe realizó un largo viaje sin su esposa. Esto ocasionó la proliferación de rumores sobre supuestas amantes del duque. Entre estas, destacarían Daphne du Maurier, su amiga de la infancia Hélène Cordet, Pat Kirkwood, Zsa Zsa Gabor y Susan Barrantes. Esta última era madre de Sarah Ferguson, quien años después sería su nuera.
La consecuencia más evidente de estos amoríos fue la decisión, de parte de la Reina, de que Andrés y Eduardo, los dos hijos menores del matrimonio, llevaran el apellido de su padre: Mounbatten. Así mismo, le concedió a su marido el título de “príncipe del Reino Unido”.
A partir de entonces, Felipe pareció aceptar su rol protocolar en la corona de Reino Unido y las aguas se calmaron en la tempestuosa situación del matrimonio.
Relación con sus hijos
A pesar de que, con los años, Felipe desarrolló un gran “respeto” por su hija Ana, ya que esta era intrépida y diestra para los deportes; en contraste, mostró algo de aversión hacia la “debilidad” de su primogénito Carlos.
De hecho, intentando cambiar esto, Felipe decidió que su hijo mayor necesitaba una educación espartana y ruda en el internado Gordonsotun, en donde él mismo fue educado con mano de hierro. Para Calos, fue una sentencia de prisión.
El mismo Felipe habría obligado a su primogénito a casarse con Diana De Gales, aun cuando el hijo habría manifestado su desagrado hacia esta.
Con sus otros hijos, logró un mejor vínculo. De hecho, a Andrés lo quería por su simpatía y a Eduardo por ser el menor de todos. Sin embargo, luego de los escándalos por los divorcios de Carlos, Ana y Andrés, muchos aseguran que el duque se molestó: “Y nosotros que creíamos haberles educado tan bien”.
Lealtad a la Reina y últimos años
De algo que no queda duda es que, si bien Felipe fue polémico en sus haceres y sus dichos, así como controversial por sus supuestos amoríos ilícitos, se mantuvo firme junto a la Reina.
Infobae indicó que quizá Felipe no le era fiel a Isabel, pero que le era fiel a la Reina no había dudas. En su vida pública participó de 22219 compromisos reales.
En 2017, Felipe decidió retirarse de la vida pública. Apenas se le pudo ver en algunos eventos familiares muy selectos. A pocos meses de cumplir 100 años, fue internado en el hospital privado King Edward VII en Londres, ya que se llegó a sentir mal.
Redacción Maduradas con información de Infobae
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