La aplicación del Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF) ha generado más confusión que alegría entre los comerciantes y compradores. Muchos temen que, eventualmente, se convierta en una medida que promueva mucho más la inflación.
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Se estima que el impuesto pueda abarcar hasta un 20% del monto total de los productos o servicios que se cancelen en moneda extranjera o criptomonedas distintas al Petro. Además, se menciona un monto de 3% para los contribuyentes que trabajen con este mismo tipo de transacciones.
De acuerdo con fuentes consultadas por El Nacional, muchos comerciantes aseguraron desconocer esta ley y otros reconocieron no tener la capacidad de completar el proceso de adaptación de sus sistemas para el cobro de ese impuesto, ya que no solo desconocen si deben aplicar el impuesto al producto directamente o reflejarlo en las facturas, sino que se han visto obligados a pagar $1,200 para adquirir la máquina fiscal nueva y actualizar el software.
«Es un enredo, hay muchísima confusión. Creo que el Seniat debe prorrogar la vigencia de toda la providencia. Nosotros ni siquiera tenemos cómo cambiar la máquina fiscal. Estamos a la espera de la sanción y ya. No hay de otra», dijo la encargada de una tienda de zapatos en El Silencio, Caracas.
A pesar de que varios comerciantes han manifestado no haber aplicado el ajuste, en otras zonas, como Chacao y Las Mercedes, los negocios ya cobran el 3% adicional a sus clientes. Sin embargo, paralelamente, afirmaron que las ventas bajaron de manera drástica desde la segunda semana de marzo.
«Hicimos los cambios pertinentes de manera legal y han incidido mucho en las ventas. En una semana solo hemos vendido dos colchones«, dijo Jesús Ponce, encargado de una tienda de colchones en la calle Élice de Chacao.
A su juicio, la razón de este hecho tendría que ver con el «miedo» que siente la gente al respecto de la aplicación de la medida.
«(Los compradores) lo cancelan (el impuesto) y ya: 1 o 2 dólares más, porque eso es lo que es. Las ventas han estado muy bajas en el centro comercial, no solo somos nosotros. Tenemos dos semanas con las ventas superbajas. Aquí tengo la Gaceta Oficial puesta para que la gente sepa que nosotros somos agente de retención. Cada 15 días debemos declararlo», afirmó expresó Yudit Granado, encargada de la tienda LUV en el Centro Comercial Tolón.
A juicio de la mujer, en realidad, las personas no tienen nerviosismo, ya que desconocen el alcance del impuesto. En realidad, las ventas bajas se han reportado desde hace al menos dos semanas.
Redacción Maduradas con información de El Nacional
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