Nuevamente, Noruega pone a prueba su capacidad para mediar en conflictos, representantes de Nicolás Maduro y del presidente encargado, Juan Guaidó, se reúnen en ese país para intentar que se den unas negociaciones que promuevan la salida a la crisis en Venezuela.
De acuerdo con lo reseñado por BBC Mundo, las negociaciones comenzaron en Cuba y luego se trasladaron a la capital, Oslo, donde se contó con la mediación del Ministerio de Asuntos Exteriores de Noruega.
Tanto Maduro, como Guaidó, confirmaron el inicio de las conversaciones y la presencia de sus delegaciones en dicho país, algo que fue recibido con escepticismo entre los venezolanos; sin embargo, parece que los diplomáticos noruegos saben cómo manejarse en un contexto con partes enfrentadas y en un clima político enrarecido.
Noruega ya ha servido como mediador de conflictos internacionales, este país participó como garante (al igual que Venezuela que participó como acompañante) en el proceso de paz entre Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas (FARC).
«Lo que ayuda a Noruega es la experiencia reciente con Colombia, las relaciones de sus negociadores y facilitadores, que se acercaron a las autoridades cubanas, pero también a los representantes venezolanos», explicó a BBC Mundo Lev Marsteintredet, profesor de Política Comparada de la Universidad de Bergen y experto en América Latina.
Agregó: «Hay un cierto nivel de confianza entre los gobiernos de Venezuela y Noruega«.
Cuentan con una unidad encargada de las mediaciones internacionales dentro del Ministerio de Asuntos Exteriores es la unidad de Paz y Reconciliación, que está dirigida por el diplomático Dag Halvor Nylander, quien jugó un papel importante en el proceso de paz con Colombia.
Los diplomáticos noruegos son conocidos por su discreción, que les permite crear la confianza necesaria cuando las conversaciones están solo en fase de exploración, es por esta razón que Marsteintredet cree que la filtración de los contactos con el gobierno y la oposición de Venezuela fue una sorpresa para los noruegos, quienes seguramente hubieran preferido que esto se mantuviera en secreto.
«Son muy reacios a hablar, porque gran parte de la estrategia noruega es ser muy discretos y enfatizar que ellos son facilitadores del contacto, y no parte», aseguró Benedicte Bull, profesora de Ciencia Política en el Centro para el Desarrollo y el Medioambiente de la Universidad de Oslo.
«Esto lo aprendieron en procesos como el de Sri Lanka, que no fue muy bien, y durante el cual un ministro noruego fue muy prominente», detalló Bull.
Bajo invitación de las autoridades de Sri Lanka y los Tigres de Liberación del Eelam Tamil, Noruega participó como «facilitador neutral» de las negociaciones entre las partes en conflicto en este país entre 1999 y 2006. Ya en la década de los 90 Noruega asumió el papel de mediador internacional por el que se le conoce actualmente.
Redacción Maduradas con información de BBC Mundo.
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