El teniente Andriy Kulish, de la Guardia Nacional de Ucrania, tendió emboscadas a las fuerzas rusas, y cada vez que lo hizo agradeció al Ejército de Canadá que brindó entrenamiento en guerra urbana, tácticas de campo y medicina de campaña el año pasado.
La Nación.
Estos entrenamientos fueron los más recientes que hicieron los ucranianos con tropas de Canadá, Gran Bretaña, Rumania, y con la Guardia Nacional de California.
Dichas maniobras son parte del esfuerzo de los países de la OTAN para transformar los rangos de las fuerzas armadas de Ucrania desde los soldados rasos hasta el Ministerio de Defensa y las comisiones de supervisión del Parlamento, y una de las razones que explican la capacidad que han tenido para defenderse ante el ejército invasor que es más grande y está mejor equipado.
Durante ocho años, anualmente se capacitaban más de 10.000 soldados con ayuda de los países de la OTAN y esto lo reconoce el teniente Kulish, quien señaló que para frustrar los objetivos de los invasores rusos sus compañeros de armas “definitivamente están usando procedimientos que aprendieron durante el entrenamiento con la OTAN”.
La ayuda occidental no fue secreta, pero tampoco fue difundida para evitar irritar a Rusia, también estuvo en reserva que fue una valiosa fuente de inteligencia para EEUU y sus aliados.
El 24 de febrero comenzó la invasión militar rusa, para ese momento la capacitación de las fuerzas ucranianas había avanzado tanto que ya habían instructores ucranianos.
«La gran lección es que el apoyo y la ayuda sostenidas durante años tienen un impacto significativo», señaló el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
El trabajo de la OTAN en Ucrania ha sido considerado como más exitoso que en Irak o Afganistán, y esto lo atribuyen a que la sociedad ucraniana es relativamente cohesionada y con un gobierno central reconocido.
Redacción Maduradas con información de La Nación.
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