Donald Trump se convirtió este miércoles 13 de enero en el primer presidente de Estados Unidos en ser acusado por segunda vez por la Cámara de Representantes. Esa instancia lo envió a un juicio político en el Senado por “incitar a la insurrección” en la toma del Capitolio por sus partidarios la semana pasada.
MANDEL NGAN / AFP
Siete días antes de que Trump deje de ser el inquilino de la Casa Blanca, todos los demócratas y 10 republicanos votaron a favor de ese segundo “impeachment” histórico. En total, la acusación recibió 232 votos contra 197.
La Razón asegura que si se diera la destitución del presidente saliente durante su última semana de mandato, Trump no solo perdería su cargo, sino que también estaría en riesgo sus privilegios futuros:
Pensión presidencial vitalicia
Si fuera inculpado y destituido de sus funciones, Trump perdería su pensión presidencial, ya que los exmandatarios de Estados Unidos tienen derecho a una pensión vitalicia, que equivale al salario de un ministro. El medio señala que el beneficio del exgobernante Barack Obama supuestamente rondaría o superaría los $200.000 anuales.
Protección de los servicios secretos
También se acabaría su protección por parte de los servicios secretos de ese país. Aunque este punto no está claro, puesto que la Ley determina que los mandatarios destituidos por el Senado no son considerados “expresidentes”, por consecuente, pierdan todos sus beneficios tras culminar su mandato.
No obstante, Obama firmó una ordenanza en 2013, en la que se establece la protección de por vida de esos servicios a los exgobernantes.
Campaña política de 2024
La resolución redactada por diferentes congresistas demócratas solicita la destitución de Trump y su “descalificación para ocupar y disfrutar de cualquier cargo de honor, confianza o beneficio bajo los Estados Unidos”. De prosperar el “impeachment”, se pasaría a una votación para decidir si se inhabilita políticamente.
Redacción Maduradas con información de La Razón.
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