El presidente Nicolás Maduro removió el martes del gabinete a Jorge Giordani, considerado el arquitecto financiero del fallecido presidente Hugo Chávez al ser unos de los artífices de los controles de cambios y precios vigentes desde hace más de una década en Venezuela. Giordani, de 73 años y uno de los más longevos ministros del chavismo, fue relevado de su cargo como jefe de Planificación, tras haber salido la semana pasada del directorio del Banco Central.
«Quiero agradecerle al profesor de Jorge Giordani, compañero de todos estos años de lucha, compañero de nuestro comandante Chávez, que ha estado prácticamente salvo en dos oportunidades los 15 años de Gobierno revolucionario en Venezuela», explicó Maduro sobre la salida del exprofesor del Cendes y posgrado de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Giordani, un profesor apodado «el Monje» por su dedicación al trabajo y su estilo austero, es uno de los pocos funcionarios que ha alternado y repetido cargos en ministerios y demás carteras en los últimos 15 años.
Analistas consideran que la salida de puestos clave del reservado académico marxista, una de las piedras angulares de la transición hacia la economía socialista, disminuiría la influencia del «ala radical» en materia económica.
«Este cambio en las correlaciones de poder es vital porque gran parte del excesivo gradualismo que hemos observado hasta ahora se ha debido a la capacidad de los radicales de ejercer un poder de veto en decisiones clave», dijo la semana pasada un informe de Bank of America Merrill Lynch.
El nuevo titular de Planificación será el geógrafo Ricardo Menéndez, quien fungía como ministro de Educación Universitaria y anteriormente ocupó el despacho de Industrias.
Aunque algunos economistas vieron la salida de Giordani como una aceleración en el tránsito a los ajustes que afirman requiere la economía venezolana. Menéndez, un profesor, también pertenece a un área conservadora del chavismo que defiende el control estatal sobre el sector privado.
Giordani, un ingeniero eléctrico graduado en la Universidad de Bologna, Italia, y con doctorado en Planificación en el Reino Unido llegó al gabinete económico en 1999 hasta 2002. Después del paro petrolero de 2003, el ingeniero vuelve atender el llamado de Chávez e inicia una serie de políticas marcadas por el control del Estado en funciones estratégicas en la economía hasta el año 2008. Se toma un año sabático para atender situaciones familiares y en 2009 retorna a la cartera de Planificación, sustituyendo a Haiman el Troudi.
Desde la cartera de Planificación o Finanzas, Giordani defendió del control de divisas, adoptado en Venezuela desde 2003 para frenar la fuga de capitales en medio de la alta inestabilidad que siguió al golpe contra Chávez en el 2002.
También apoyó el rígido esquema para fijar los precios de los productos básicos y escrutar los costos de producción. Además, Giordani fue el ejecutor de las cinco devaluaciones del bolívar y de las políticas de expropiación de tierras y nacionalización de empresas en Venezuela.
Para la oposición y analistas era el principal culpable de las distorsiones económicas que limitan la producción interna y alejan la inversión extranjera.
Cambio en medio de coyuntura económica
Maduro, el heredero político de Chávez, removió a Giordani en medio una creciente presión para que acelere una transición hacia una economía más amigable con el mercado, en momentos en que el modelo de control estatal de la nación con las mayores reservas de crudo del mundo se encamina hacia la estanflación, según el diputado oficialista, Jesús Faría, miembro de la subcomisión de Finanzas de la Asamblea Nacional.
Una inflación que a tasa anualizada superó el 60% en mayo y una escasez que aqueja al menos a un tercio de los bienes de consumo masivo han pasado factura a la aprobación del presidente, que ronda el 37 por ciento.
El Gobierno afirma que los problemas económicos son el resultado de una «guerra económica» liderada por la oposición apoyada por Washington.
Pero en la otra vereda, la oposición afirma que la gestión de Maduro ha alentado la escasez, la inflación y el crimen, razones por las que miles de venezolanos salieron a protestar a las calles este año.
Con ese telón de fondo, el Gobierno de Maduro ha dado recientemente señales de acercamiento con los inversores.
La semana pasada, el vicepresidente del área Económica y jefe de la estatal Petróleos de Venezuela ( Pdvsa ) -la principal fuente de dólares de Venezuela- se reunió con inversionistas en Londres, a los que les expresó la necesidad de converger en el corto plazo a un nuevo sistema cambiario, reseñó el portal de El Mundo.