Ante la aparente “prosperidad” económica que, recientemente, se ha vivido en Venezuela como consecuencia del supuesto repunte del uso del dólar en las transacciones rutinarias dentro del país, BBC Mundo consultó a varios expertos para entender el motivo y repercusiones de tal hecho.

EFE
Al respecto, Francisco Monaldi, experto en política energética del Baker Institute, aseveró que el evento es producto de una “relajación” en lo que respecta a la aplicación de las sanciones de Estados Unidos en contra de Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
Así mismo, se ha detectado una “moderación” en el fenómeno hiperinflacionario. De hecho, Asdrúbal Oliveros, experto de la consultora Ecoanalítica, apunta que, a su juicio, para 2020, Venezuela podría abandonar la hiperinflación, pero se mantendrá como la nación con inflación más alta del mundo.
Fedecámaras, por su parte, espera que 2020 sea un año de “resurgimiento” de la economía influenciado por las fuerzas mismas del mercado.
Los motivos
Los síntomas de mejora se atribuyen, en su mayoría, al hecho de que el régimen de Nicolás Maduro haya disminuido algunos de los controles “férreos” que aplicaba sobre la actividad económica: el control de cambios y el control de precios que asfixiaba a buena parte de los comercios existentes en el país.
Al respecto, Tamara Herrera, directora de la consultora Síntesis Financiera, advirtió que es importante tener en cuenta que no ha habido cambio alguno en la orientación de las políticas públicas por convicción, sino por la necesidad de hacer frente a las sanciones.
Sin embargo, un abogado que asesora a varias empresas del país, así como a dirigentes de oposición, aseveró: “No logramos cambiar el gobierno, pero logramos que el gobierno cambiara”.
La realidad
A pesar del optimista panorama, los expertos no ven motivos para suponer que estas mejorías se mantendrán. De hecho, afirmar que los factores que han ayudado a flexibilizar la economía son “temporales”.
Alejandro Werner, director para el Hemisterio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), llegó a decir que la contracción económica venezolana es la más alta de los último 50 años en un país no afectado por conflictos bélicos o desastres naturales.
Advierte, en ese sentido, que la sensación de bonanza que muchos perciben no tiene una “significación macroeconómica” y duda de que esta pueda mantenerse en el mediano plazo.
“Ahora estamos bajo los efectos de que el gobierno adelantó el pago de algunos bonos, algo que podría prolongarse en función del calendario electoral, pero, ¿cuánto puede durar eso?”, se cuestiona.
Además, señaló que a pesar de la “permisividad”, lo cierto es que el régimen no ha “liberado” verdaderamente la economía, ya que estas medidas no han estado acompañadas de la reforma del marco legal.
En ese sentido, Asdrúbal Oliveros opina que 2020 será otro año de “contracción”; mientras que el FMI opina que la economía venezolana se reducirá en 10% en 2020. Es decir, la caída se aproxima, pero será más pequeña.
Redacción Maduradas con información de BBC Mundo
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