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¡LE MOSTRAMOS! Con bombas molotov, erizos checos y clases de tiro: así enfrenta la resistencia ucraniana a la invasión rusa (+Fotos)

La resistencia ucraniana no se rinde ante la invasión militar rusa, se defienden con lo que tienen a su alcance: bombas molotov, erizos checos y clases de tiro.

Clarín.

En medio de una nevada en Lviv se mantiene la guerra contra Rusia, y dentro de una cervecaría cercana a la plaza céntrica Rynok, se esconde un secreto: el duelo del Pravda Beer Theatre Restaurat, Yuriv Zastavny, explicó que a uno de sus empleados se le ocurrió llenar botellas vacías con nafta, de esta manera fabricar lo que se conoce como bombas Molotov, que en Ucrania se llaman Lviv Smoothies o Bandesa Smoothies, en referencia a un héroe ucraniano de la Segunda Guerra Mundial, Stepán Bandera.

La mayoría sabe como hacer las bombas, las usaron en el Euromaidan o Revolución de la Dignidad en 2014, cuando derrocaron al presidente prorruso Viktor Yanukóvich tras tres meses de protestas violentas.

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Se trata de una botella llena con combustible y un trapo como tapa, tienen un poco de aceite de motor para que el fuego se adhiera cuando las tiran.

«Es ahora o nunca. El enemigo debe ser detenido y todos los ucranianos, hombres y mujeres, de cualquier edad y clase social deben hacer lo que puedan para defender nuestro país. Seguiremos combatiendo”, señaló Yuriv.

Cajas y cajas de bombas Molotov se cargan en un camión que las lleva con rumbo desconocido.

Clarín.

Además de la cervecería hay otro lugar donde arman estos cócteles de fuego, un pequeño garaje con herramientas a 60 kilómetros de la ciudad en un pueblo llamado Radechiw, donde un grupo de voluntarios estuvo recolectando las botellas y ahora las preparan con kerosén.

Allí se encuentra Sviatoslav, quien estaba estudiando abogacía en Polonia cuando estalló el conflicto y regresó a su país para defenderlo.

«Sólo lo dudé cruzando la frontera, al ver tanta gente sufriendo. Pensé en quedarme ahí ayudando, pero me pareció mejor participar activamente de la resistencia», señaló.

Los jóvenes del campamento practican cómo lanzar las bombas, se trata de un curso de defensa civil.

Clarín.

Por otro lado, Tarass Filipchak, un fabricante de muebles ahora se dedica a hacer erizos checos, unas barreras antitanques formadas por vigas de metal cruzadas.

Posteó su idea en las redes sociales y en seguida un grupo de voluntarios se le sumó para recolectar materiales y comenzar a elaborar estas herramientas.

«Nos metimos en Wikipedia, vimos de dónde salieron, quiénes las hicieron y empezamos a hacer lo mismo», explicó al señalar que una semana después tenían al menos 70 erizos checos listos y ahora cuenta con más de 20 voluntarios.

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En las escuelas de Ucrania también se ve que llegó la guerra, varias han sido transformadas en centros logísticos donde se reciben donaciones, se ofrece refugio o se enseña a los jóvenes sobre tiros.

Oriana es una chica que acudió para aprender tiro en una escuela, y la directora de uno de estos centros explicó: «Hay clases para chicos y chicas, de 14 a 17 años, con rifles de aire comprimido».

Clarín.

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La resistencia hace muchas labores, algunos se dedican a rellenar bolsas con arena para armar barricadas y bloquear las calles, otros que conocen de informática lanzan ciberataques y hasta hay quienes tejen redes de camuflaje.

Anastasia es una joven de 24 años que organiza uno de los centros donde se tejen redes de camuflaje que opera desde las instalaciones de un museo: «La gente está tratando de ayudar a cada soldado. Las redes van a ayudar a esconderse, a tapar tanques, armas, lo que sea».

Redacción Maduradas con información de Clarín.

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