Los detenidos en la sede de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) conocen una celda de castigos como «el cuarto de los locos». Allí son torturados los militares que se alzaron contra Nicolás Maduro.
«Se le llama el cuarto de los locos porque quienes son llevados salen de ahí como si estuvieran locos«, reveló un militar que sufrió esa tortura.
En este organismo se comenzó a aplicar la modalidad de tortura desde la llegada del coronel Rafael Antonio Franco Quintero, con apoyo del mayor Alexander Gramcko Arteaga, director de Asuntos Especiales de la Dgcim.
Franco impuso normas para anular la voluntad de los detenidos, someterlos, controlarlos y destruirles la autoestima.
Cuando Franco fue sustituido por el coronel Hannover Esteban Guerrero Mijares, este eliminó algunas prácticas e intentó propiciar un clima de respeto por los derechos humanos, aunque esto duró poco.
Redacción Maduradas con información de Infobae.
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