Uno de los personajes que resalta en las investigaciones referentes a corrupción y conexiones del chavismo con negocios millonarios en el exterior es Alex Saab, un colombiano que firmó jugosos contratos con el gobierno de Venezuela, a través de exportaciones falsas que movieron no menos de 135 millones de dólares desde 2004.
De acuerdo con lo reseñado por El Espectador, Saab sería uno de los “grandes contratistas del chavismo”. Por tal motivo, las autoridades se han dedicado a rastrear casi una decena de cuentas de empresas de su círculo familiar.
La sorpresa es que el empresario y, en general, el “clan Saab” han, aparentemente, lavado millones de dólares por medio de exportaciones e importaciones ficticias que los enriquecieron de forma ilegal.
La fortuna de Saab se creó gracias a millonarios negocios a través de empresas de papel ubicadas en Panamá, China y Venezuela. Durante esa época, sus sociedades en Colombia registraron exorbitantes ganancias que “nada tenían que ver con sus contabilidades”.
Sin embargo, pese a lo grande del entramado, una empresa habría servido de base de las operaciones ilegales de todo el “clan Saab”: Shatex S.A.
Se trataba de una sociedad supuestamente constituida en 1998 y liquidada en 2016. Durante años se habría dedicado a la exportación de textiles y materiales de construcción.
Las entradas y salidas de dinero entre esta empresa y otras de Saab permitieron que obtuviese beneficios tributarios, así como evitarse el reportar recursos que sacaba irregularmente a cuentas del exterior.
En 2011, el clan Saab firmó con el gobierno de Hugo Chávez un contrato por 685 millones de dólares para la venta de casas prefabricadas en el marco del Plan Misión Vivienda.
Por su parte, la destituida fiscal general Luisa Ortega Díaz, aún en su cargo, determinó que Saab era uno de los “grandes beneficiarios de la corrupción” por concepto de contratos de importación de cajas de alimentos de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP).
Redacción Maduradas con información de El Espectador
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