Una joven relató para el portal de noticias El Tiempo cuánto ganaba por trabajar como modelo webcam para subsistir en Medellín, Colombia.
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AFP
“A pesar de que las piernas me dolían y el hecho de que, aunque me observaba en esa pantalla de televisión, la imagen que veía no era la mía. Esa no era yo”, dijo.
En este sentido, contó que se inició en este trabajo por necesidad pues sus ahorros se estaban agotando y no encontraba empleo.
“A una joven estudiante sin experiencia es difícil que la contraten”, expresó.
Asimismo, declaró que se dirigió a una casa donde una mujer la entrevistó y le explicó cómo serían los horarios y beneficios. Los pagos se realizaban en monedas o “tokens” equivalentes a 0.10 dólares cada una.
“0,05 pertenecen a la página, es decir, que los 0,05 dólares que quedan se dividen entre ustedes y el estudio, cincuenta y cincuenta”, detalló.
Igualmente, aseguró que en un principio el trabajo fue “excelente” pues era bien remunerado a pesar de trabajar 10 horas diarias.
“En 15 días logré hacerme 1.500.000 pesos. Estaba deslumbrada por tanto dinero”, manifestó.
Sin embargo, con el tiempo comenzaron las trabas en el trabajo pues no le permitían manejar las cuentas por las cuales se mostraba y los ingresos comenzaron a mermar.
“No podía ver cuánto ganaba y ni siquiera sabía mis contraseñas. Llegaron tiempos muy duros en los que una quincena podían ser 100.000 pesos o menos”, confesó.
Además, afirmó que el trabajo buscaba “explotar” a las jóvenes pues pedía que se trabajaran más para poder mejorar sus ingresos, lo cual la indignó. Reclamó que el dinero no basta, sin obtener respuesta alguna.
“En vez de tranquilizarme, me enfurecían. Con lágrimas en los ojos les gritaba que cómo pretendían que yo viviera y pagara el arriendo con ese dinero. Ellos me ignoraban”, aseveró.
Por otra parte, gracias a un cliente descubrió que el estudio para el que trabajaba las grababa y vendía el material a páginas web, es decir, que sus videos se encontraban en Internet y cualquiera podía verlos.
“Si buscaba mi nombre de usuario en Google, el motor de búsqueda iba a mostrar una serie de fotos y videos en las que aparecía desnuda y masturbándome”, explicó.
Ante esto, decidió contarle a su madre lo sucedido pues ya se había enterado. Agregó que no volverá a ese mundo que calificó como una “falsa promesa”.
“No llevo una vida perfecta, sigo pasando dificultades. Pero, algo cambio: prometí no volver a dejarme llevar por falsas promesas”, concluyó.
Redacción Maduradas con información de El Tiempo.
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