Así como Hugo Chávez, Nicolás Maduro ha mantenido a la iglesia católica como uno de sus principales enemigos y el escenario futuro no parece ser muy diferente. Pese a sus llamados a la «paz» y al «diálogo», el primer mandatario prefiere que la iglesia no interrumpa ni opine sobre la situación del país.
En un texto leído como parte de la apertura de la 106º Asamblea Ordinaria Plenaria de la Conferencia Episcopal de Venezuela, monseñor Diego Padrón, arzobispo de Cumaná y presidente de la CEV, criticó fuertemente al gobierno de Nicolás Maduro por pretender ignorar los intereses del país y de su gente.
Foto: Conferencia Episcopal Venezolana
«Consultar al pueblo y acatar su decisión es un imperativo moral, que no puede ser soslayado por ninguna autoridad», dijo la jerarquía de la Iglesia católica, quien además agregó que la salida es «el referéndum revocatorio, (que) en la práctica, comenzó el 6 de diciembre (de 2015)».
Durante su discurso, Padrón recordó que estamos frente a un gobierno que no ha podido derrotar la guerra económica y que no ha logrado abastecer de alimentos y medicinas a la población.
Criticó que el gobierno esté negado a permitir que instituciones religiosas o sociales se presten «para aliviar las penurias y dolencias del pueblo».
Aseguró que bajo estas condiciones el gobierno de Maduro «carece de autoridad moral para llamar al diálogo y a la paz». Explicó que la posición asumida por el Ejecutivo ha hecho que se agudice y prolongue la crisis. «Eso genera incertidumbre, desesperanza, depresión, rabia y violencia social».
Con información de El Nacional.
¡A Maduro no le gustará esto! No olvide dejar sus comentarios.