Hoy a las 12 del mediodía (hora Buenos Aires) Mauricio Macri se encuentra en un acto de juramentación como presidente de la Nación ante la Asamblea Legislativa de Argentina. Nadie le tomará juramento. Federico Pinedo, presidente provisional del Senado, era el encargado natural de presidir la jura al nuevo jefe de Estado y a la vicepresidenta electa Gabriela Michetti, tal como manda la Constitución Nacional.
Una razón de peso lo impide: en ese momento Pinedo culminará el ejercicio de su presidencia de doce horas, que ordenó el fallo de la jueza María Romualda Servini de Cubría, luego de la cautelar presentada por Cambiemos para fijar la hora exacta del vencimiento del mandato de Cristina Kirchner. Cada uno de esos detalles son el resultado de la tensa transición que protagonizaron la jefa de Estado saliente y su sucesor, publica clarin.com.
El mandato de Macri sucederá a los doce años de administración del Frente para la Victoria, que encabezó el matrimonio de Néstor y Cristina Kirchner desde 2003 hasta la medianoche de ayer. Paradójicamente Macri decidió forjar su propia fuerza política luego de rechazar la invitación de Eduardo Duhalde, tras lo cual ungiría a Kirchner, para ser su candidato luego de su presidencia interina. La elección del ex jefe de Gobierno de la Ciudad marca una novedad política sin precedentes: será el primer presidente constitucional que no pertenece al peronismo o al radicalismo desde el surgimiento del Justicialismo hace 69 años. El apoyo de la UCR, que lo acompañará con un interbloque en el Parlamento y con tres ministros en su gabinete, resultó vital para llegar al poder.
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Investido como presidente, Macri dirigirá a la asamblea legislativa su primer discurso oficial. “Será un mensaje de paz, un llamado al diálogo y a la unidad nacional”, adelantaron a Clarín algunos de sus funcionarios más cercanos. Reiterará además los ejes que planteó en la campaña: “Pobreza cero”, “terminar con el narcotráfico” y “unir a los argentinos”. Macri buscará diferenciarse de Cristina desde el principio, al menos desde las formas. Al nuevo presidente no le gustan los discursos largos. Rara vez suele hablar más de 15 minutos. Cristina, en cambio, en sus dos exposiciones ante el mismo auditorio habló 45 minutos en 2007 y una hora y doce minutos en 2011.
No será la única diferencia entre las ceremonias de uno y otro. Ayer el bloque de diputados del Frente para la Victoria decidió no asistir hoy al Congreso. “El Poder Judicial se está convirtiendo en el estudio de abogados del presidente electo”, castigó ayer el hijo de la –desde hoy– ex Presidenta, Máximo Kirchner. El presidente del bloque de senadores del FPV Miguel Angel Pichetto, por el contrario, dio libertad de acción a su bancada. Las diferencias de criterio dentro del peronismo se completaron con la decisión del gobernador salteño Juan Urtubey de asistir al acto. En el macrismo confían en que otros mandatarios provinciales presenciarán la jura y, aunque algunos indicaron que el nuevo presidente de Diputados Emilio Monzó llevó negociaciones en ese sentido, cerca del armador del PRO, lo negaron. Señalan las fisuras que vislumbran en el peronismo.
Luego de su discurso, Macri se dirigirá en un auto descapotable, como era tradición hasta 2003, hacia la Casa Rosada. Allí, luego de que fracasaran las conversaciones con su antecesora, recibirá la banda y el bastón presidencial de manos de Pinedo. A las dos ceremonias asistirán varias comitivas extranjeras, entre las que se destacan ocho presidentes de la región y representantes de otros 22 países, como China, Estados Unidos, China, Alemania, Rusia, Francia y Reino Unido, a quienes acompañará en una recepción en el Palacio San Martín. Luego, volverá a la Casa Rosada para prestar juramento a sus ministros. La última actividad protocolar será por la noche, con una función especial en el Teatro Colón y una recepción posterior.
Ayer, Macri tuvo un día agitado. Fue el último como jefe de Gobierno, cargo desde el que erigió la plataforma que lo llevó a la presidencia. En la sede de Parque Patricios reunió a su gabinete para planificar las primeras horas de su gobierno. “Mauricio les pidió a todos que se pongan a trabajar desde el principio”, contó uno de los asistentes. Los detalles alrededor de la ceremonia también dominaron la escena. Fue también el último día en la Ciudad de varios funcionarios de segunda y tercera línea que irán a la Nación o a la Provincia.
Macri, además aprovechó para recibir al rey emérito de España Juan Carlos, transmitir el mando de la Ciudad a Horacio Rodríguez Larreta y hasta para jugar un partido de fútbol en la cancha de Boca con el presidente de Bolivia Evo Morales. Tuvo palabras de agradecimiento para la Corte Suprema tras oficializar cómo sería el dilatado traspaso.