Luego de 11 años de ausencia, Wisin y Yandel, conocidos como «Los Extraterrestres», se presentaron en Venezuela. El concierto, celebrado en el Poliedro de Caracas el pasado sábado 3 de septiembre, desató la locura en los espacios del estacionamiento del establecimiento.
A pesar de la euforia y celebración, se pudo saber que no todo estuvo «bien» en el esperado evento. De hecho, se reportaron varias situaciones irregulares, como matraqueos, problemas de organización e incluso problemas de conectividad.
Lo bueno: el espectáculo
De acuerdo con Luis Eduardo Martínez de La Patilla, lo mejor del evento fue cuando, a las 11:15 pm, el histórico dúo apareció en tarima y comenzó a interpretar sus más emblemáticos temas, como “Rakata”, “Pam Pam”, “Sexy Movimiento”, “Abusadora”, “Mírala Bien”, “Ahora Es”, “Pegao”, “Hipnotízame”, “Besos Mojados”, “Estoy Enamorado”, “Te Siento”, “El Teléfono”, “Mayor que Yo”, “Aullando”, “Noche de Sexo”, “Si Supieras”, “Llamé Pa’ Verte”, “Noche de Entierro”, “Permítame”, “Algo me Gusta de Ti”, entre otras.
Dos horas de concierto fueron apoyados por un sonido de calidad, un gran trabajo de luces y mucha pirotecnia.
Además, los boricuas aprovecharon para agradecer a los venezolanos por apoyarlos a lo largo de toda su carrera y haberlos recibido después de más de 10 años de no visitar el país.
«Gracias por tratarnos bonito, por tantos años, gracias Venezuela, son parte fundamental en nuestra carrera, esa es la realidad«, dijo Wisin.
Además, fueron acompañados en escena, por otros artistas nacionales, como Gustavo Elis, Sixto Rein, Mabel Yeah, James, Victor y Gabo, y el protagonista de fuertes abucheos Antonio «El Potro» Álvarez.
Lo malo: la organización
En medio de una lluvia inclemente, los caraqueños no se detuvieron para asistir al evento, pero el equipo organizador habría perdido el control logístico del evento. De hecho, la entrada estaba pautada para las 3:00 pm y terminó alargándose hasta las 6:00 pm, debido a la gran fila de personas que se disponían a entrar.
Adicionalmente, el paso hacia La Rinconada estaba cerrado por la PNB y para estacionar estaba disponible el espacio de El Hipódromo, donde funcionarios cobraba una «matraca» para resguardar los vehículos.
A lo largo del evento, se produjeron tres apagones, pero, al contar con planta eléctrica, las luces y el sonido continuaron funcionando. Sin embargo, las señales de telecomunicaciones colapsaron: los ciudadanos, aparentemente, no tenían señal de datos ni conectividad telefónica.
Se reportó que los locales de comida, bebidas y «merchandise» se quedaron sin punto de venta. Así mismo, las personas no pudieron hacer uso de datos, redes sociales o siquiera una llamada de emergencia.
Lo feo: el caos final
Al finalizar el concierto, la salida se tornó complicada por la desorganización que ya existía y por las complicaciones que pusieron los funcionarios de la PNB.
Por una parte, los uniformados tenían bloqueados los accesos de salida, impidiendo que los vehículos pasaran a recoger a las personas. Del mismo modo, las salidas de los estacionamientos estaban repletas, por lo que muchos autos se quedaron varados. Pasaron más de dos horas para que los vehículos terminaran de salir.
Ante la ausencia de señal, las personas que esperaban taxi o que alguien los pasara buscando, se vieron en la obligación de caminar hasta la autopista Valle-Coche para comunicarse y llegar a sus viviendas.
Como si fuese poco, algunos taxistas estaban cobrando entre $20 y $30 desde El Poliedro hasta Plaza Venezuela.
Redacción Maduradas con información de La Patilla
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