Nada más sabroso que desayunarse una arepa o una buena empanada, o nada más auténtico y típico del venezolano que pararse en un «puestico» y tomarse unos minutos para conversar y comerse una empanada con una de las muchas salsas disponibles. Si, la harina de maíz es parte fundamental de la dieta del venezolano, pero actualmente está en riesgo el plato típico.
Y es que la escasez de harina, aceite y el alto costo de la carne, pollo, queso y otros ingredientes utilizados para rellenar arepas y empanadas han ido elevando significativamente los precios de estas comidas en la calle.
Según reporta El Tiempo, para los habitantes de Anaco, comer estos alimentos se ha convertido en un lujo, ya que el costo de una empanada ha subido en los últimos días a Bs 80 y 120, cuando se conseguían en 60 y 70 bolívares, mientras que las arepas se encuentran en 150 y hasta 250 bolívares.
Quienes las venden en locales, casas y puestos ambulantes afirman que cada vez se les hace más difícil conseguir los insumos a precio regulado.
Marlín Rivas vende empanadas desde hace seis años en su casa. Afirmó que a pesar de que las ventas se mantienen, hace “magia” para conseguir los insumos.
Además de lo costoso de los materiales, están las largas colas que debe hacer cuando llega harina de maíz a algún establecimiento comercial. “Una vez hice una cola desde las 4:00 de la mañana hasta las 5:00 pm en el Abasto Bicentenario para comprar cuatro paquetes”.
Aseveró que estar tanto rato parada no le resulta, pues “es tiempo perdido y un día sin laborar”.
Una expendedora del mercado municipal de Anaco que no quiso identificarse aseguró que para seguir trabajando ha tenido que pagar el paquete de harina en 60 bolívares.
Manifestó que la necesidad la ha obligado a adquirir los productos al doble del precio estipulado. “¿Si trabajo toda la mañana: en qué momento hago una cola?”.
Con información de El Tiempo.