El paralelo llegó a 402 bolívares el jueves en la tarde, un precio que los venezolanos nunca imaginaron, por ende despertó las alarmas en los ciudadanos que vieron cómo la divisa marcadora de los precios abrió la jornada en 375 bolívares y aumentó 7,2% en un día.
Ninguno de los bancos internacionales que estudian la economía venezolana ni las proyecciones de economistas y firmas nacionales pronosticaron que el dólar paralelo podría llegar a un precio tan alto en el primer semestre del año.
Sin embargo, desde ya están recalculando sus perspectivas. De allí que Bank of America Merrill Lynch, en boca de su economista para Venezuela Francisco Rodríguez, asegure: “Si no hay ajuste cambiario y se mantienen el tipo de cambio de 6,30 bolívares por dólar y el de 12 bolívares, podríamos ver el paralelo cerca de 600 bolívares por dólar a finales de año”.
Francisco Rodriguez explica que el alza inusual de la divisa paralela tiene que ver con la falta de oferta de dólares en el mercado. La factura petrolera se cobra noventa días después de la facturación, y puede pasar otro mes para que los recursos sean traspasados de Petróleos de Venezuela al Banco Central de Venezuela. “Eso quiere decir que ahora el gobierno está recibiendo la venta de barriles a 40 dólares, lo que ha secado la oferta de dólares y ha ocasionado la depreciación reciente”.
Ante ello, ha habido una caída en la entrega de divisas del Cencoex para las importaciones de casi 14,6% entre abril de 2014 y abril de 2015, según números de Ecoanalítica. Adicionalmente, advierte la firma, el Sistema Marginal de Divisas apenas otorga 1,8 millones de dólares diarios, cuando el año pasado el Sistema Cambiario Alternativo de Divisas, Sicad II, asignaba 33 millones de dólares.
El economista Víctor Álvarez afirma que el colapso de los precios del crudo dejó al descubierto la caída de la manufactura. La imposibilidad de seguir importando al mismo ritmo provocó la crisis de escasez de bienes. “Aquellos que ven la oportunidad de cubrir estos mercados, pero no tienen acceso al dólar preferencial, importan a la tasa del paralelo. Por eso, se desplaza al mercado negro la creciente demanda que no es satisfecha por el Cencoex y el Simadi. El gobierno pulverizó el bolívar”.
Alejandro Grisanti, economista de Barclays Capital, señala que la principal causa de la inmensa devaluación e hiperinflación que están sufriendo los venezolanos es la errada política económica. Coincide con sus colegas en que el descenso de los precios petroleros ha incidido, pero recuerda que en el primer semestre de 2014 la crisis ya estaba presente, con el petróleo superando 100 dólares el barril.
“Desafortunadamente, todas las señales que se reciben del gobierno apuntan a que no vienen cambios; por lo que los venezolanos, y sobre todo los más pobres, deben esperar una profunda y prolongada crisis económica”.
Con información de El Nacional.