El entrañable y recordado «profesor Jirafales», a quien dio vida el actor mexicano Rubén Aguirre, se despidió del mundo el 17 de junio de 2016. A pesar de haber vivido una vida intensa, haber tenido una familia numerosa, y un éxito indiscutible, murió, tras una serie de importantes problemas de salud.
Aguirre, quien creyó en Roberto Gómez Bolaños, «Chespirito» desde que trabajó como directivo en Televisa, encargado del área de captación de talentos, estuvo no menos de 43 años con una carrera próspera, pero un accidente que dejó a su esposa sin una pierna y a él mismo postrado en una silla de ruedas, lo sacó de los escenarios y la televisión.
Según Infobae, sus últimos años estuvieron plagados de enfermedad y tragedia: la diabetes, problemas de neumonía y las secuelas del accidente lo fueron sumiendo en la decadencia, al parecer. Sin embargo, Édgar Vivar (a quien todos recuerdan por su papel como «el señor Barriga»), aseguró que vivió «feliz».
´»Alcanzó la fama y la fortuna. Disfrutó de la popularidad, la gloria, el reconocimiento. Las alabanzas ajenas. Y sin embargo, Rubén Aguirre partió de este mundo así como había llegado: sin absolutamente nada», reseña Infobae.
A seis años de su fallecimiento, aún es recordado, incluso en los más remotos lugares del mundo, por sus célebres papeles: Rufino Rufián, némesis de El Chapulín Colorado. También le puso cuerpo y alma a Lucas Tañeda, ladero de Chaparrón Bonaparte en Los Chifladitos. Y también fue el Sargento Refugio Pazguato, quien ponía en vereda a El Chompiras.
Sin embargo, los «tá-tá-tá-tá» y el amorío con Doña Florinda, en el «Chavo del 8», son los más emblemáticos recuerdos de la carrera del ya inmortal «profesor Jirafales».
Redacción Maduradas con información de Infobae
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