Canadá y sus países hermanos del G7 (que además incluye a: Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y EEUU) junto con la Unión Europea emitieron este miércoles una declaración conjunta en el que afirman que están unidos en el rechazo y la denuncia de las recientes elecciones presidenciales en Venezuela.

Créditos: dailyhive
Las elecciones del 20 de mayo de Nicolás Maduro ya han atraído una condena generalizada, y la ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, calificó el proceso como «ilegítimo y antidemocrático».
La declaración conjunta dice que «al no cumplir con los estándares internacionales aceptados y no garantizar las garantías básicas para un proceso inclusivo, justo y democrático, esta elección y su resultado carecen de legitimidad y credibilidad».
El G7 y la UE agregan que mientras el régimen de Maduro «solidifica su control autoritario, el pueblo de Venezuela sigue sufriendo abusos contra los derechos humanos y graves privaciones».
La declaración insta a Maduro a restaurar la democracia constitucional en Venezuela, programar elecciones libres y justas, liberar de inmediato a todos los presos políticos, restablecer la autoridad de la Asamblea Nacional y garantizar el acceso pleno, seguro y sin obstáculos de los actores humanitarios.
El lunes, el gobierno canadiense aplicó algo de presión al decir que no buscaría reemplazar a su embajador en Caracas y que «rebajaría» sus lazos diplomáticos con el país sudamericano.
Ottawa también impuso una prohibición a la cooperación militar formal con Venezuela y aseguró que la embajada de Canadá en Caracas solo está dirigida por un encargado de negocios en lugar de un embajador.
Con información de NS News, traducción de Maduradas.