El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha ordenado este jueves 24 de febrero a las Fuerzas Armadas del país infligir las «máximas pérdidas» posibles entre las filas de los «invasores», en alusión a los militares rusos, quienes por orden de Vladímir Putin comenzaron este miércoles una ofensiva en Donbás, que ha sido calificada por muchos gobiernos como el comienzo de una guerra.
«Se escuchó información actualizada sobre la situación actual de seguridad en Ucrania y en sus fronteras, así como sobre las medidas tomadas por las fuerzas de seguridad y defensa para repeler a las fuerzas armadas rusas», ha dicho la Presidencia ucraniana en un comunicado emitido recientemente.
«Ya he pedido a los líderes mundiales que utilicen todas las sanciones posibles contra Putin, inicien un apoyo de defensa a gran escala, cierren el espacio aéreo sobre Ucrania al agresor», informó Zelenski, según recoge la agencia ucraniana de noticias Ukrinform, citada por el portal argentino Infobae.
Enfatizó que Ucrania «está siendo atacada no solo por bombas, sino también por falsificaciones». «Es importante obtener la verdad de fuentes oficiales. Hoy Rusia lanzó una invasión a Ucrania. Putin comenzó una guerra con Ucrania, con todo el mundo democrático. Quiere destruir mi Estado. Quiere destruir nuestro Estado y todo lo que tenemos», sostuvo el mandatario.
TROPAS RUSAS EN UCRANIA
Putin, reconoció en un mensaje televisado, este lunes 21 de febrero, «la independencia de la República Popular de Donetsk y de la República Popular de Lugansk». Su discurso ha sido rechazado por el mundo occidental.
La Unión Europea (UE) ha reaccionado y señaló que el reconocimiento por parte de Rusia de la independencia de las regiones separatistas de Ucrania es una «flagrante violación del derecho internacional». Por tanto, prometieron una reacción «con firmeza».
Los gobiernos de Francia y Alemania, que según el Kremlin fueron informados previamente de la intención de Putin de reconocer la independencia de las regiones rebeldes, expresaron su «decepción» por la decisión rusa y el presidente francés, Emmanuel Macron, llamó a una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En consecuencia, Estados Unidos y la UE acordaron una primera batería de sanciones que incluye la prohibición de entrada en territorio comunitario a decenas de altos cargos y políticos rusos, el veto a ciertas entidades financieras y al Estado ruso para operar en el mercado financiero y el sector servicios europeo, y un embargo comercial a las dos provincias ucranias declaradas en rebeldía.
El veto y la congelación de bienes europeos afecta a los 351 diputados del Parlamento ruso que apoyaron el reconocimiento de la independencia y a 37 altos cargos y entidades del sector de la defensa y de las finanzas, según ha detallado el jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, al término del consejo de ministros de Exteriores.
«COMENZÓ LA GUERRA»
Pese a las medidas tomadas por la UE y los aliados occidentales, como los Estados Unidos, Putin anunció este miércoles 23 de febrero una operación militar especial en la región del Donbás para «proteger» a la población y «desnazificar» la zona.
En el discurso, transmitido por la televisión nacional rusa, Putin instó a las fuerzas ucranianas a deponer las armas y volver a casa, diciendo que toda la responsabilidad por el posible derramamiento de sangre recaerá sobre la conciencia del gobierno ucraniano.
Tras el discurso de Putin, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, emitió un comunicado, en el cual afirmaba que Rusia había lanzado «un ataque no provocado e injustificado» contra el pueblo ucraniano.
«El presidente Putin ha elegido una guerra premeditada que traerá una pérdida catastrófica de vidas y sufrimiento humano», dijo. «Rusia es la única responsable de la muerte y la destrucción que traerá este ataque, y Estados Unidos y sus aliados y socios responderán de forma unida y decisiva. El mundo hará que Rusia rinda cuentas», agregó.
Redacción Maduradas con información de Infobae
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