Este lunes, 4 de junio, el canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, asistió al encuentro anual de la Organización de Estados Americanos (OEA) y fue duramente criticado por su negativa a aceptar las observaciones de representantes de otros países al respecto de la crisis venezolana.
Arreaza opinó que la organización estaba «atacando» a Venezuela respondiendo a órdenes de los Estados Unidos. Del mismo modo, señaló a los representantes internacionales presentes como «indignos» y apuntó a la OEA como un «ministerio de colonias». Al secretario general del instituto, Luis Almagro, lo tachó de «sicario».
Así mismo, afirmó que Venezuela estaba «contando los días» para retirarse de la OEA.
Entre quienes respondieron al representante venezolano, se encontró el canciller de Chile, Roberto Ampuero, quien consideró que las afirmaciones de Arreaza era «irrespetuosas» hacia la OEA y los países miembros.
«Si esta es la forma en la que el canciller trata a los diplomáticos de otros estados, imagínense cómo trata a los venezolanos (…). Si a alguien le quedaba duda sobre el carácter dictatorial y autoritario del gobierno venezolano, con a alocución de su canciller, esa duda ha sido disipada», expresó.
Por su parte, la canciller de Canadá, Chrystia Freeland, apuntó que es necesario que los países de la OEA hagan mayores esfuerzos para sacar a la «dictadura» de Venezuela.
Del mismo modo, criticó que los argumentos de Arreaza se dirijan, sobre todo, a atacar a otros países por sus errores.
«Usted ha dicho que Venezuela no es una colonia, Canadá tampoco, y nos sentimos orgullosos de ello (…). Usted ha hablado de desperfectos de todos los países, como si eso nos limitara para hablar sobre violaciones de derechos humanos en el mundo», expresó Freeland.
Por otra parte, Luis Vedegaray, canciller de México, también criticó la postura de Arreaza de afirmar que los argumentos de los países de la OEA eran «ataques» a Venezuela y apuntó que estos son esfuerzos para ayudar al país.
Otro de los asuntos criticados por varios miembros de la OEA fueron las elecciones del pasado 20 de mayo en las que resultó electo el presidente Nicolás Maduro y que, para muchos, fueron un evento carente de legitimidad.
Epsy Campbell, canciller de Costa Rica, aseveró que estos comicios se caracterizaron por «incumplir con estándares internacionales mínimos de transparencia».
No dejó de mencionar, del mismo modo, la «crisis institucional y humanitaria» que, a su juicio, se vive en Venezuela.
Redacción Maduradas
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