Un asilado venezolano en Madrid, España, salió del refugio en el que estaba tomando fotos a masajistas, bailarinas y trabajadoras sexuales en Madrid.
Alnavío
Así lo señala el site Alnavío en una publicación de este viernes.
Jack Bocaranda llegó a ese país sin dinero ni trabajo para solicitar el asilo.
De hecho, terminó en un refugio de personas sin techo. Y tenía un objetivo claro: llevarse rápido a su esposa y a sus tres hijos, el motor que le impulsó a irse.
Bocaranda salió un día a la calle a buscar trabajo o dinero. En ese interín, se fijó en un pequeño detalle que forma parte del paisaje urbano de Madrid: los pabrabrisas de los carros estacionados en la vía estaban llenos de tarjetas con fotos de mujeres ofreciendo masajes y servicios sexuales.
Entonces comenzó a recoger las tarjetas y llamó a cada una.
“Soy fotógrafo y creo que puedo hacerte unas fotos mucho mejores”, les decía.
De este modo descubrió un nuevo negocio que había pasado inadvertido.
Así comenzó a generar ingresos: en las discotecas del centro de la ciudad y entre las mujeres que ofrecen masajes y sexo y que necesitaban mejoras en sus fotos.
Ya con su familia en España, el fotógrafo consiguió residir en una vivienda con ayuda del gobierno.
Ahora, el matrimonio busca un trabajo para la esposa de Jack. Ambos están agradecidos por la ayuda del gobierno español. Sin eso, señala Alnavío, quizás no hubiesen podido estabilizarse.
Redacción Maduradas con información de Alnavío
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