Leyla Evans, campeona nacional en 2016, apareció decapitada entre matorrales con signos de tortura y un seno mutilado.
La muerte de la fisicoculturista, mantiene en vilo a todo Honduras después de que se dieron a conocer detalles del brutal asesinato. La atleta de 30 años desapareció el jueves y la encontraron decapitada cuatro días más tarde.
Según informó el portal hondureño Tiempo, la mujer convivía con su esposo, quien estaba fuera de la ciudad, y con su pequeña hija. Medicina Forense del Ministerio Público trasladó el cadáver para continuar con las autopsias.
No se sabía nada de Evans desde el jueves, cuando desapareció de su casa ubicada en la colonia La Planeta de La Lima, en el departamento de Cortés. Finalmente, fue hallada en la colonia Rivera Hernández de San Pedro Sula por los habitantes del lugar, que rápidamente dieron aviso a la Policía al ver un cuerpo sin vida a orillas del río.
La policía detalló que la encontraron con las manos atadas y un trapo negro amarrando su cabeza. El cadáver estaba adentro de una bolsa.
Según informaron las fuerzas de seguridad, la corriente que se generó del rió Chamelecón pudo haber arrastrado a la deportista de un punto al otro, hasta quedar alojada allí.
Cuando sus familiares se encontraron con el cuerpo, pudieron reconocerla por los tatuajes característicos que poseía, además de la ropa que llevaba puesta.
Información de EFE
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