Recientemente, Amaris Gallardo, una mujer agricultora de 34 años que vive en el estado Vargas, denunció, a través de redes sociales, el presunto rapto de uno de sus recién nacidos en la Maternidad Concepción Palacios, ubicada en Caracas.
La Patilla
De acuerdo con El Pitazo, la mujer habría acudido, el pasado 17 de mayo, junto con su esposo y familiares, a practicarse una cesárea. Como se había realizado su control con un médico privado, tenía pruebas de que la gestación era de gemelos: un niño y una niña.
De hecho, la madre habría mostrado al equipo del medio de comunicación, una carpeta con las ecografías y exámenes.
El día de la cesárea Amaris sabía a lo que se enfrentaría porque ya es mamá de un niño que nació de la misma forma. Recuerda que le aplicaron la inyección epidural y colocaron un Parabán para iniciar la cirugía.
Tras las 9:00 pm, escuchó al primero de sus hijos llorar y a una de las enfermeras decir que era un niño. Sin embargo, afirmó que, de inmediato, le colocaron una pastilla debajo de la lengua que la dejó adormecida.
Al despertar, le entregaron al bebé y le aseguraron que había tenido uno solo y que debieron operarla de emergencia porque tenía un fibroma que, según el estudio médico, «se comió» al otro bebé.
En medio de la confusión que representó tal noticia, la mujer tomó al único bebé que le dieron en sus brazos, lo abrazó y revisó. Pero, cuando le retiró el pañal, se dio cuenta de que era una niña y no un niño como le dijeron al momento del nacimiento.
La mujer le dio esta información a su ginecólogo, quien señaló que todos los estudios realizados corresponden con un embarazo gemelar. De hecho, hasta el último eco, realizado unos días antes de la cesárea, «había dos latidos, dos cráneos, dos cuerpos vivos». Por ello, invitó a la familia a denunciar y les aseguró que contarían con su testimonio experto.
A pesar de que quisieron hablar con el médico que atendió la cesárea, este no apareció. Además, pidieron una audiencia en la Maternidad y fueron atendidos por el presunto director del recinto médico, quien no les suministró su nombre.
Al salir de la Maternidad, la madre, su esposo y familia se dirigieron a una sede del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), para formalizar la denuncia. También presentaron una denuncia ante la Fiscalía en la avenida Urdaneta, donde les alertaron que, en la Maternidad se robarían a los niños.
Redacción Maduradas con información de El Pitazo
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