Nicolás Maduro ha sorprendido a muchos al criticar públicamente a los llamados «enchufados», que son personas que se aprovechan de su posición de poder para obtener beneficios personales.
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En un reciente discurso, Maduro calificó a estos funcionarios como «corruptos que se aprovechan del poder y traicionan al pueblo», una declaración que ha generado diversas reacciones tanto dentro como fuera del chavismo.
«Lo saben los nuestros, los indiferentes, lo saben los opositores, que yo soy un guerrero y que he dicho que esta Venezuela tiene dos enemigos que vencer, el primer enemigo es la conspiración permanente de los factores de poder del norte, para disolver la idea de patria y el segundo enemigo. ¿Qué es un enchufado? Un corrupto, un degenerado, alguien que se ha aprovechado del poder que le ha dado la revolución para beneficiarse en lo personal, para traicionar al pueblo», dijo.
Y aseveró: «Esa batalla no la abandono, estoy comprometido con la lucha contra los infiltrados, contra la corrupción, contra los enchufados, esté donde esté, del color que sea. Yo he recibido apuñalada por la espalda, pero han sanado de gente que estuvo cerca de mí, que les di toda la confianza».
Esta postura marca un cambio en la narrativa oficial, ya que anteriormente se había minimizado o negado la existencia de tales prácticas dentro del régimen
La crítica de Maduro a los «enchufados» parece ser un intento de distanciarse de la corrupción endémica que ha caracterizado a su régimen y de proyectar una imagen de lucha contra la corrupción.
Sin embargo, muchos consideran que esta estrategia es más un gesto simbólico que una verdadera intención de erradicar el problema.
Redacción Maduro
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