De risitas se le vio al presidente de Cuba, Raúl Castro, recibir a su par Barack Obama en el legendario Palacio de la Revolución en la isla, donde el mandatario estadounidense realiza una visita histórica.
El presidente Barack Obama se reunió este lunes con el gobernante Raúl Castro, en un encuentro que será clave para los resultados de la su visita y el progreso de normalización de relaciones.
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El programa oficial del lunes comenzó con una visita al Memorial José Martí, donde Obama escuchó los himnos de Cuba y Estados Unidos y colocó una ofrenda floral. Al igual que a su llegada al aeropuerto, se notó la ausencia de una delegación cubana de alto nivel. Ni Raúl Castro ni el vicepresidente Miguel Díaz Canel lo recibieron en el memorial.
Pero cuando la comitiva de Obama circulaba por las calles de La Habana entre un sitio y otro, cientos de personas se congregaban en las aceras saludando al líder estadounidense y tomando fotos de su paso en la limosina oficial.
Luego tuvo lugar la acostumbrada foto oficial de ambos mandatarios, así como la bienvenida oficial en el Palacio de la Revolución, sede del Consejo de Estado, donde se oyeron las notas del himno nacional estadounidense tocado por la una banda militar, luego del himno nacional de Cuba.
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Obama presentó a Castro a los altos funcionarios que lo acompañan, incluyendo el secretario de Estado, John Kerry. Y luego Castro presentó a Obama a sus altos funcionarios incluyendo al vicepresidente Díaz-Canel, reseñó El Nuevo Herald.
Cuando ambos líderes se dirigían a su reunión bilateral, una fuente en el salón dijo haber oído a los dos hombres charlar sobre sus experiencias en común al criar a sus hijas. Obama tiene dos hijas, las adolescentes Sasha y Malia, mientras que Castro tiene una hija adulta, Mariela, una activista en favor de los derechos de la comunidad de gays, lesbianas y transexuales.
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Esta será la antesala de unas conversaciones bilaterales en la que Obama intentará promover los cambios económicos que sus gobiernos han estimulado a partir de cinco rondas de regulaciones que relajan el embargo. También hablará del espinoso tema de los derechos humanos, según subrayó el viernes el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.