Nicolás Maduro aseguró este viernes 8 de noviembre que la Virgen de Chiquinquirá le salvó la vida el 4 de agosto de 2018, cuando supuestamente sufrió un atentado en la avenida Bolívar de Caracas durante un acto de la Guardia Nacional Bolivariana.
“Estamos en tiempos de la Chinita, bendiciones. La Chinita me salvó la vida aquel 4 de agosto. Yo me encomendé a ella porque la GNB me regaló una imagen de la Virgen. Cuando la recibí, oré y encomendé mi vida, media hora después me explotaron unas bombas con drones”, dijo en una alocución desde el Palacio de Miraflores.
Maduro afirmó que las bombas «estaban listas» para aniquilarlo ese día.
El líder del régimen venezolano innumerables veces ha intentado mostrar un papel de fiel devoto durante sus ruedas de prensa y transmisiones a través del canal Venezolana de Televisión. Pero también ha habido mucho misterio en torno a sus creencias.
Devoto de Sai-Baba
Recientemente, el periodista venezolano David Placer reveló en su libro ‘El dictador y sus demonios. La secta de Nicolás Maduro que secuestró a Venezuela’ que Maduro es parte de la agrupación creada por el gurú indio Sathya Sai Baba.
Rafael Ramírez, expresidente de Petróleos de Venezuela, dijo en una entrevista con el periodista Andrés Oppenheimer que la imagen del difunto líder espiritual es venerada por el régimen de Maduro y usa esta creencia para tomar las decisiones más importantes para el país.
“Me parece muy peligroso que en el caso del presidente de un país sea sujeto a la influencia de un grupo, no sé si llamarlo secta. Él andaba siempre con un asesor espiritual de ese grupo, muy vinculado a negocios que se han estado haciendo en el país”, dijo Ramírez.
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