Washington ha impuesto sanciones a Venezuela para privar al presidente Nicolás Maduro de los ingresos del petróleo, la principal fuente divisas de la nación OPEP, y romper su control sobre el poder.
Mark Wilson/Getty Images/AFP – Prensa Miraflores / EFE
Las medidas han reducido las exportaciones y profundizado la crisis económica del país, mientras Maduro se mantiene en el cargo, lo que ha sido una fuente de frustración para el presidente Donald Trump, según han dicho funcionarios estadounidenses en privado.
Pdvsa y sus empresas conjuntas exportaron el mes pasado 451.935 barriles por día (bpd) de crudo y combustible en 18 cargas, según los datos de Eikon y documentos de Pdvsa vistos por Reuters.
Tales volúmenes son los más bajos desde que una huelga general paralizó la economía venezolana y redujo los envíos de petróleo de diciembre de 2002 a enero de 2003.
Las exportaciones de mayo cayeron un 50% desde el promedio de enero hasta abril.
No es la primera vez que se revela que Trump estaría frustrado por la inefectividad de sus sanciones.
En febrero de 2020, un alto funcionario de la Administración del Gobierno estadounidense aseguró que el presidente Donald Trump estaba «frustrado» por el fracaso de sus presiones contra Maduro y que se había vuelto a plantear las opciones militares en el país, incluyendo un bloqueo naval. según un artículo publicado por el portal estadounidense Bloomberg.
El intento de bloquear todas las exportaciones de petróleo venezolano aparentemente no está presionando lo suficiente al Gobierno de Maduro, explicó el informe reseñado en esa época.
Lo cierto es que Trump ahora enfrenta dentro de su suelo dos situaciones delicadas: Los estragos de la pandemia de COVID-19 y una serie de protestas violentas que amenazan la estabilidad de EEUU, por lo que sería poco probable que se apresure a tomar una decisión radical sobre Venezuela
Redacción Maduradas con información de Reuters
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