José Antonio, quien trabajó durante cuatro años en Petróleos de Venezuela (Pdvsa), contó su experiencia cuando emigró a Santiago de Chile.
Foto: Mayreth Casanova
“Yo creo que lo más difícil de emprender el viaje es salir de la casa, no es fácil dejar la vida hecha», expresó.
El trabajador de Pdvsa cobraba al mes 421.980 bolívares más un bono de alimentación de Bs. 800.000, lo cual se diluía con la crisis económica en Venezuela, reseñó Milderis Santiago de La Patilla.
“Me pudo alcanzar los dos primeros años de trabajo, luego tuve que comerciar para mantener mi hogar y poder afrontar la situación”, afirmó.
José Antonio decidió viajar por tierra para ahorrar la máxima cantidad de dólares para llegar a su destino, Chile.
Luego de tres meses fuera de su país, contó que lo que gana le alcanza para vivir en esa ciudad y enviar dinero a su familia en el estado Zulia.
“Lo más duro es querer recibir ese calor de pueblo (.) poder ir todas las tardes y visitar como de costumbre a mi mamá, llegar a la hora del café”, comenta.
José Antonio afirmó que espera volver a Venezuela, sin embargo, espera a que el panorama político cambie de rumbo.
“Claro que sueño con volver, pero no creo en políticos así que tendría que haber un buen panorama para regresar definitivamente a vivir allá”, finaliza.
Redacción Maduradas con información de La Patilla.
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