Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) ha sido el epicentro de uno de los mayores escándalos de corrupción en la historia reciente del país.
Según investigaciones recientes, citadas por el diario español El País, un grupo de exjerarcas chavistas y empresarios saquearon aproximadamente 4.200 millones de dólares de la compañía.
Este colosal robo no solo ha afectado las finanzas de la empresa, sino que también ha tenido un impacto devastador en la economía venezolana.
El esquema de corrupción operó entre 2007 y 2012, durante los gobiernos del expresidente Hugo Chávez. Los implicados, incluyendo altos funcionarios de PDVSA y empresarios cercanos al régimen, utilizaron una compleja red de sobornos y comisiones ilegales para desviar fondos.
Empresas, principalmente chinas, pagaban comisiones de hasta el 10 % para asegurar contratos millonarios con la petrolera estatal. Este sistema permitió a los involucrados amasar fortunas personales a expensas del patrimonio nacional.
Uno de los personajes clave en este entramado es Diego Salazar, primo del exministro de Energía y expresidente de PDVSA, Rafael Ramírez.
Salazar, conocido por su vida de lujo y extravagancia, fue uno de los principales beneficiarios de este esquema. Sus gastos ostentosos, que incluían propinas de casi 100.000 dólares y regalos de lujo, llamaron la atención de las autoridades francesas, quienes iniciaron una investigación que destapó la magnitud del robo.
La red de corrupción no solo incluía a funcionarios y empresarios, sino también a una variedad de personajes que aprovecharon su cercanía al poder para beneficiarse.
Entre ellos se encontraban reinas de belleza, embajadores, actrices y abogados, todos ellos parte de una farándula de pillaje que contribuyó al saqueo de PDVSA. La Fiscalía venezolana ha señalado que la ostentación y los dispendios en lujo de estos individuos fueron clave para descubrir el esquema.
Redacción Maduradas con información de El País
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