“Vamos a ganar, vamos a arrasar”: la líder opositora María Corina Machado abre los brazos bajo un aguacero que no dispersa a las miles de personas volcadas a las calles para verla en un pueblo de los Andes de Venezuela.
Falta un mes para las elecciones presidenciales del 28 de julio y la campaña se intensifica.
Machado, de 56 años, no es candidata -fue inhabilitada para ejercer cargos públicos-, pero es el alma de la campaña opositora de Edmundo González, que la representa en la boleta electoral y enfrentará al presidente Nicolás Maduro.
“¡Libertad, libertad!”, gritan al paso de la caravana de la dirigente en Colón, un pueblo del andino estado Táchira, fronterizo con Colombia. Suenan bocinas y ondean banderas de Venezuela. Ella está sentada en el parabrisas de su camioneta y se extiende para estrechar las manos de seguidores que corren a su alcance, le gritan, piden que alce a su niño; ella manda besos, hace gestos de oración con una mirada de tipo angelical.
Y recibe decenas de cartas y rosarios, que se va colocando en el cuello.
“Ella es la esperanza, la luz que tenemos al final del túnel”, dice a la AFP entre lágrimas Luis Alberto Quintero, de 63 años, docente jubilado. “Nos ha llenado de esperanza los corazones para que las cosas cambien y mejoren para nosotros, que podamos ser libres otra vez”, coincide Norelia Sánchez, empleada pública de 50 años.
Machado ha recorrido todo el país en campaña, que inicia oficialmente el 4 de julio. Lo hace en su auto porque el chavismo le impide viajar en avión.
“Que nadie se confíe”
“Que nadie caiga en triunfalismo (…), estamos ganando, pero que nadie se confíe”: Maduro, de 61, buscará un tercer mandato consecutivo que lo proyecte a 18 años en el poder.
El mandatario ha intensificado su agenda electoral en las últimas semanas con apariciones en varios pueblos y ciudades a diario. Promete recuperación económica, tras una crisis sin precedentes que redujo el PIB en 80% y llevó a un éxodo masivo que la ONU cifra en más de siete millones de personas.
Es “una ferviente manifestación amorosa hacia el presidente”, dice su jefe de campaña, Jorge Rodríguez. “Son cientos de miles, millones de manos que Nicolás Maduro ha estrechado por este peregrinar”.
Maduro grita, denuncia conspiraciones, terrorismo, al tiempo que promete retomar obras paralizadas, arreglar carreteras, recuperar hospitales sumidos por años en la precariedad. Pero sobre todo se ha centrado en ironizar sobre la edad y la condición física de González, diplomático de 74 años que hasta su postulación era un desconocido.
González de hecho ha sido un actor secundario en la campaña opositora y sus apariciones se limitan a algunos eventos en espacios controlados.
“¿Ustedes quieren elegir un presidente débil y manipulable, un presidente sin energía que no puede ni caminar?”, pregunta. “¿Quieren un pataruco o un gallo pinto?”… y suena un ‘quiquiriquí’ por el parlante.
Un pataruco es un gallo que no es de raza pura ni bueno para pelea, también es una forma de llamar cobarde a alguien. El gallo pinto es lo contrario.
La líder de la oposición venezolana María Corina Machado saluda a sus partidarios durante un mitin de campaña en San Juan de Colón, estado de Táchira, Venezuela, 27 de junio de 2024. Una colaboradora de la líder de la oposición venezolana María Corina Machado en el estado occidental de Táchira ha sido reportada como “desaparecida” desde junio 26 de julio de 2024, antes de la visita de Machado a la región como parte de la campaña para las elecciones presidenciales del 28 de julio, denunció la oposición el 27 de junio de 2024.
“Frente en alto”
Además de Maduro y González, hay otros ocho candidatos a la presidencia, señalados por la oposición tradicional de buscar dividir el voto para ayudar al presidente.
Oswaldo Ramírez, de la consultora ORC, coloca no obstante una ventaja “conservadora” de 25 puntos a favor del embajador, que considera podría aumentar si se dispara la participación. “Parece bastante difícil arrancar ese triunfo”, señala a la AFP.
Pero en un mes mucho aún puede pasar: el partido que apoya a González, MUD, tiene una causa abierta en la corte suprema, que podría terminar por su exclusión de este proceso muy observado por Estados Unidos y vecinos como Brasil y Colombia. Es un escenario de “fraude” que opositores y expertos temen y no descartan.
El otro reto es la acreditación de testigos en las mesas de votación, sobre lo que la autoridad electoral, de línea oficialista, puso nuevas trabas. Machado además ha visto a unos 40 colaboradores caer detenidos, y otros seis están refugiados en la embajada argentina.
Pero después de marginarse de la presidencial pasada de 2018, el boicot hoy está descartado.
“Vamos a ir a votar con la frente en alto y con orgullo, con toda nuestra fuerza”, instruye Machado bajo la lluvia. “Todo el mundo a votar por Edmundo”.
Redacción Maduradas con la información de AFP
Más noticias: