Migrantes venezolanos se dedican a escarbar en basureros de Pacaraima, en Brasil, de donde sacan cualquier cantidad de artículos que les permitan sobrevivir u obtener ganancias.
Los criollos aseguran de entre la basura recuperan prendas de ropa que les pueden servir, otros venden los metales y con el dinero que producen cubren sus gastos diarios.
Norberlo Leal, migrante venezolano, explicó a Univisión que de esta forma hace como 60 reales diarios, equivalentes a 10,6 dólares. Con este dinero paga su habitación, alimentos y reserva un poco para ahorrar.
Redacción Maduradas.