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¡UN MILAGRO! Mujer que sobrevivió por casi 10 horas en el mar tras naufragio de bote rumbo a Trinidad dice que Dios “la escuchó y la salvó”: “Le pedí una oportunidad”

Alba Sánchez es una de las sobrevivientes al naufragio de la embarcación que partió la noche del jueves 22 de abril desde Delta Amacuro hacia Trinidad y Tobago. La única mujer de siete personas que sobrevivieron al trágico suceso.

Daylis Estrada / El Pitazo

En declaraciones para el periodista Carlos Suniaga, difundidas por El Pitazo, Sánchez relató cómo transcurrió la larga travesía, desde que decidió ir a la isla para reencontrarse con su esposo, hasta que logró ser rescatada por un remolque pesquero privado que navegaba cerca de donde ella flotaba.

La mujer de 36 años contó que llegó, junto a otros 30 migrantes, la noche del jueves a un caserío fluvial donde el grupo se dividió en dos embarcaciones. Seis mujeres y un bebé fueron separados de las otras 25 personas. Asegura que habían también dos niños de 4 y 2 años de edad, además de dos adolescentes de 14 y 17.

Las embarcaciones partieron a las 7:00 pm, sin salvavidas o alguna otra medida de prevención, y en tan solo dos horas, habrían comenzado los momentos de angustia, al ser sorprendidos por un fuerte oleaje.

“Antes de que se hundiera la embarcación, me lancé al mar. Yo no me podía morir así. Una mujer me agarró por la camisa, pero yo me solté; estaba tragando agua y comencé a nadar (…) Escuché a una muchacha gritar por sus hijos. Vi que montaron a alguien en unos tambores, pero no sé a quién. Nadé tanto que los perdí a todos, me quedé sola y me entró un desespero», comentó Alba, quien sostuvo que antes de saltar al agua había visto olas de hasta tres metros de altura.

Comenzaron las nueve horas más largas de su vida, según dijo. Alba declaró a El Pitazo que durante todo ese tiempo rezó a Dios, cantó y gritó pidiéndole por su vida. “Por momentos sentí que iba a morir. Sentí miedo y algo que me parecía el espíritu de la muerte, pero lo reprendía y le decía que se fuera, que mi vida no le pertenece, que mi vida es de Cristo”, detalló.

En el transcurso de la noche habría visto varias luces, pensó que se trataban de otras embarcaciones y aunque pausaba sus oraciones para pedir auxilio, no fue escuchada sino hasta las 6:00 am, cuando se acercó el remolque pesquero con varios hombres a bordo, que le arrojaron un flotador con el que finalmente pudo ponerse a salvo.

Cuestionada por El Pitazo si volvería a intentar llegar a Trinidad y Tobago, su respuesta fue afirmativa. «Me iría nuevamente, pero tomando las medidas de precaución. Me iría porque el país está duro», respondió Alba, para quien entre sus planes estaban llegar a la isla, trabajar un par de meses en un almacén y posteriormente viajar con toda su familia a Brasil.

Redacción Maduradas con información de El Pitazo

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