Miles de migrantes han sido enviados desde el pasado mes de abril al estado de Nueva York, por los gobernadores de Texas y Arizona, luego del récord histórico de indocumentados en la frontera sur, lo que ha afectado particularmente a los estados limítrofes con México.
AFP
Esto se debe a que el presidente de los Estados Unidos Joe Biden anunció el fin del llamado «Título 42» (una orden de la era de Trump que permitía el envío de migrantes a México por temores a la propagación del coronavirus) el gobernador republicano de Texas, Greg Abbot, anunció que enviaría buses a con migrantes hasta Washington, como forma de protesta para que «supieran lo que viven los estados de la frontera», poco después, el gobernador de Arizona también empezó a enviar buses y los dos estados agregaron a Nueva York a los destinos
«Debido a la continua negativa del presidente Biden a reconocer la crisis causada por sus políticas de fronteras abiertas, el estado de Texas ha tenido que tomar medidas sin precedentes para mantener seguras a nuestras comunidades», dijo Abbott.
Las autoridades locales han tildado esta iniciativa republicana como un acto «racista y falta de humanidad«, asociándolo a una movida política para hacer campaña en un año de elecciones legislativas.
«Al principio pensamos que era solo una jugada de propaganda política, que los gobernadores enviaron un par de buses por unas semanas a Washington y cantarían victoria», le cuenta a BBC Mundo Abel Núñez, director del Centro de Recursos Centroamericano (Cercacen), una organización que se ha encargado de recibir y apoyar a los migrantes que llegan a Washington.
«Pero cuando los buses continuaron llegando todos estos meses y se siguieron enviando a otras ciudades, entendimos que la situación era más seria. Y esto es una bomba de tiempo. Se está generando una crisis humanitaria silenciosa, una de las peores crisis humanitaria que ha vivido la capital de Estados Unidos», agrega.
Según estimaciones de grupos civiles, más de 2.000 migrantes han llegado a Nueva York, la mayoría de ellos provenientes de Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Ashley Tjhung, una de las coordinadoras de Migrant Solidarity Mutual Aid Network, una red de organizaciones civiles que se han unido para ayudar a los que llegan, dijo que el envío de los migrantes a otros estados es un macabro juego político de los gobernadores de Texas y Arizona.
«Los gobiernos de Texas y Arizona los mandan a la capital. Las autoridades de la capital dicen que es el gobierno federal el que se debe ocupar de ellos. El gobierno federal dice que no es su problema. Y en el medio, están estos seres humanos vulnerables que están siendo usados como peones en un macabro juego político«, dijo.
Por su parte la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean Pierre, calificó la política como un «berrinche» y consideran que el gobernador usaba a los «migrantes desesperados» como peones.
«Es el berrinque más reciente del gobernador (de Texas), otro berrinche de transportar en autobús a inmigrantes desesperados. Y los está usando como un juego político. Esto es lo que ha estado haciendo y es vergonzoso», preciso.
Los migrantes han declarado a BBC Mundo, que antes de embarcar en Texas, las autoridades les hacen firmar un documento en el que aseguran que viajan de forma voluntaria a Washington o Nueva York.
Redacción Maduradas con información de BBC
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