En una reciente sesión de control al Gobierno de España, la ministra de Defensa, Margarita Robles, evitó calificar al líder del régimen en Venezuela, Nicolás Maduro, como un dictador. Esto ocurrió después de que previamente hubiera utilizado ese término para referirse a él durante la presentación de un libro.
Rubén Somonte/MDE
La diputada del Partido Popular (PP) exhortó a Robles a reafirmar su posición y calificar otra vez a Maduro como dictador durante su intervención en el Congreso. La parlamentaria elogió a la ministra por “atreverse a verbalizar” lo que considera la opinión mayoritaria de la comunidad internacional y de los españoles: que Venezuela es “una dictadura”.
Al mismo tiempo, Carlos Floriano, diputado del PP, acusó al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, de “ayudar” al régimen de Maduro al permitir la salida del ganador de las elecciones venezolanas según el conteo de actas de oposición, Edmundo González, quien se encuentra asilado en España.
Grande-Marlaska defendió el trabajo de las Fuerzas de Seguridad del Estado y de los servicios exteriores españoles, indicando que los cuestionamientos del PP “no atacan al gobierno, sino a España”. Por ello, exigió disculpas a los miembros del Partido Popular por sus afirmaciones, resaltando que la organización supuestamente ha cruzado límites con sus declaraciones
Redacción Maduradas
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