Una veinteañera rusa, identificada como Anna Dovgalyuk, se ha convertido en vigilante del metro, derramando cloro en la entrepierna de los hombres que vayan sentados con las piernas abiertas.
El objetivo es precisamente que los hombres dejen de viajar con las piernas abiertas, porque a su juicio, «los hombres que demuestran su estatus de machos alfa en el metro con mujeres y niños a su alrededor merecen desprecio».
Dovgalyuk está vertiendo cloro en la entrepierna de los hombres «en nombre de todos los que tienen que soportar las manifestaciones [masculinas] de [las] cualidades de macho en el transporte público».
De acuerdo con lo reseñado por Vice, Dovgalyuk considera que no se está haciendo lo suficiente para sancionar a los que habitualmente van sentados con las piernas abiertas en el transporte público, ocupando un espacio excesivo en los autobuses y trenes.
Redacción Maduradas con información de Vice
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