Una ciudadana que responde al nombre de Berta Almeida denunció que “la leche” que distribuyeron hace dos semanas los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), a través de las cajas de alimentos, “no es leche” sino una mezcla de harina grasosa y salada. Su testimonio lo recoge un trabajo de investigación de Bianile Rivas para El Pitazo.
Desde la urbanización La Gracianera, al sur este de Guanare, Almeida expresó que le pareció sospechosa “la oferta” de dos kilogramos de leche en polvo por caja.
“Claro, cómo no nos iban a premiar, si esta leche no es leche; es una mezcla de harina grasosa y salada que la simula muy bien, pero no se homogeneiza y provoca diarrea,” aseguró, al tiempo que manifestó que “era muy bonito para ser verdad”.
La señora explicó a El Pitazo que en su combo, al igual que en el del resto de las 600 familias de su vecindario, fueron incluidos dos kilogramos en polvo de las marcas Santa Paula y MacLeche, ambas de origen mexicano.
“Es un engaño, una estafa, uno se lamenta de que el Gobierno juegue con la necesidad y el hambre de los niños, los más perjudicados con la ingesta de un producto de dudosa fabricación”, manifestó Almeida.
Más hacia el sur de la ciudad, en el barrio Los Canales y la urbanización Los Apamates, la queja es la misma. El Consejo Comunal distribuyó el combo mexicano con los mismos productos.
“Esa leche no es leche, ni siquiera llega a ser bebida láctea, es una harina que solo sirve para mezcla de panquecas”, indica María Inés Morales al ser consultada por El Pitazo.
María Picón, repostera de profesión, comentó que las referidas marcas de leche contenidas en las “mexicajas” ya comienzan a verse ofertadas en las redes sociales.
“Pero de nada vale, es un producto de tan mala calidad que no sirve ni para repostería. Es una harina salada que al batirla se vuelve una mezcla densa; en reposo se viene arriba la harina y debajo queda el agua”, sostuvo al responder a la entrevista.
Este 23 de agosto, desde Brasilia, donde se desarrolló una reunión con fiscales del Mercosur, la exfiscal Luisa Ortega Díaz afirmó que tiene pruebas que comprometen al presidente Nicolás Maduro con la presunta propiedad de una empresa que vende alimentos Clap.
Con respecto a este caso, Tití Mora, responsable en Portuguesa de Vente Venezuela, dice que denunciar el fraude de la leche de los Clap es casi una ingenuidad.
“Si el que nos vende los alimentos vencidos y podridos es el mismo presidente, ¿qué investigación vamos a demandar?”, pregunta.
Redacción Maduradas con información de El Pitazo
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