Una mujer experimentó un robo inusual mientras paseaba por las Cuevas de Batu, uno de los santuarios más famosos de Malasia, lo sorprendente fue que el ladrón no era un humano, sino un astuto moto.
NAD.
El animal le arrebató el teléfono celular de las manos a la mujer, dejándola a ella y a los todos presentes, atónitos ante la velocidad con la que el mamífero huyó llevándose consigo el dispositivo móvil.
El ingenioso primate escapó escaleras arriba y se encaramó en un poste, del cual, por supuesto, nadie pudo hacer que bajara.
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Redacción Maduradas.
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