Un convicto de 63 años, acusado de doble asesinato, fue ejecutado este jueves en Tennessee, convirtiéndose en el primer preso estadounidense que muere en la silla eléctrica desde 2013.
Esto ocurre después de que el Tribunal Supremo de ese país rechazara sus apelaciones en el último momento. Sus últimas palabras, fueron: “¡Dale caña!”, según el Daily Mail.
El hombre, identificado como Edmund Zagorski, solicitó que el Estado no utilizara la inyección letal para darle muerte. Fue declarado sin vida a las 19.26 (hora local) en la Institución de Máxima Seguridad de Riverbend en Nashville, según informó el Departamento de Corrección de Tennessee.
El diario ABC reseña que, horas antes, el Tribunal Supremo rechazó sus apelaciones finales. Por su parte, la juez Sonia Sotomayor ha señalado que le preocupa el uso de la silla eléctrica y la inyección letal.
Es importante destacar que, Zagorski fue declarado culpable de matar a dos hombres en 1983 que llevaban una gran cantidad de dinero en efectivo para comprar marihuana.
Redacción Maduradas con información de ABC
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